25 navidades en Pardo Bazán

La galería Pardo Bazán quiere festejar sus 25 navidades expositivas con una amplia exposición de grabados de Luis Seoane, pertenecientes a su colección particular, y  obra de los artistas Caxigueiro, Xavier Toubes, María Jesús Pérez Carballo, Bea Rey, Christian Vilamide, Enrique Chícheri, Roberto González, Jesús Otero- Iglesias y  Paco Pestana; un variado florilegio plástico que nos lleva desde la forma rudamente rústica del Pié de cerámica de Toubes, (que bien pudiera pertenecer la raza gigantea de Gerión), a la exquisita y evocadora pintura de Mª Jesús Pérez Carballo.
Por el medio resuenan los ancestros y las formas populares de Luis Seoane, que él supo transcribir en el lenguaje de la modernidad, consiguiendo así hacer revivir, para nuestros predios galaicos, eso que- en decir de Wölfflin-  fue tan caro para el artista del siglo XX: el arte que huele a tierra.  A tierra hule también ese oscuro y pizarroso gres de Caxigueiro y que él titula A linguaxe da memoria. Y en otro sentido, más humorístico y rompedor, huele  a tierra la “Jaula-Jaima en Jauja” de Paco Pestana, donde la fina ironía se combina con el expresionismo formal para alumbrar una criatura híbrida entre artilugio guerrero y columna para disfrute de pájaros. Roberto Gonzalez nos devuelve con su característico y exacerbado realismo A Coruña de la zona del Matadero, ensoñando en ocres blanquecinos con las grises extensiones del mar. Tal vez para un Poseidón atlántico, rey del Orzán, inventa Chícheri una corona-tridente de hierro que aguza sus tres púas para ensartar los peces del aire. La coruñesa Beatriz Rey rescata el barro adámico en una antigua obra que nació bajo los parámetros de la Nueva Figuración.
A un paisaje desnudo, de monte bajo desdibujándose, tan dentro de esa sensibilidad para lo nebuloso que caracteriza el alma de Galicia, nos lleva la obra de Jesús Otero-Yglesias; algo también de arenal infinito ilimitado hay en la obra de Vilamide. Pero nos detenemos expresamente frente a la “Sacerdotisa de oscuros presagios”, una xilografía de Luis Seoane, en la que se condensa todo el sentir arcaico, litúrgico, pagano de las creencias anímicas que fueron la base de nuestra idiosincrasia. Desde ahí, desde esa voz ancestral y eterna, es que aún nace para pervivir atemporalmente, lo mejor, lo más auténtico de nuestro pueblo, que quizá no por casualidad lo hace bajo el nombre auspicioso de nuestra gran escritora Doña Emilia Pardo Bazán.

25 navidades en Pardo Bazán

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