¿Vuelve Franco?

Un discurso de idiotas para idiotas crece peligrosamente. El que pregona el retorno del franquismo al Estado español. En este momento procesal –dicho sea pensando en el fallido “procés”–, la excusa llega servida por los encarcelamientos de una buena parte del ya destituido Govern.
Los jueces no van a resolver el problema político de Cataluña, se dice, como si el papel de los jueces fuera el de resolver problemas políticos y no el de hacer cumplir la ley. Pero se aprovecha la coyuntura para maliciarse una vuelta a los usos y costumbres del franquismo, metiendo en la cárcel al adversario. Y hace falta tener muy pocos escrúpulos para poner en duda el sano funcionamiento de la democracia española. Pero, sobre todo, hace falta ser idiota para atribuir al Gobierno la voluntad de encarcelar a nadie por motivos políticos.
La verdad es que sin independencia judicial y una Justicia a las órdenes del Poder Ejecutivo los exconsejeros del Govern no estarían en la cárcel, pues eso abona los intereses electorales del independentismo. Por tanto, justamente por motivos políticos, el Gobierno Rajoy jamás impulsaría una medida que favorece al separatismo, siempre dispuesto a convertir los agravios del Estado en una palanca electoral. Y eso es lo que están haciendo los impulsores del desafío al Estado. Van de victimas y utilizan la decisión judicial (no gubernativa, como ellos saben de sobra) como argumento de campaña de cara al 21-D.
Aún así, la numero dos de ERC, Marta Rovira, pidió el pasado fin de semana a Rajoy que deje en libertad a los exconsejeros y a los líderes de las organizaciones civiles (AMC y OC) como prueba de neutralidad. Como si no estuvieran en igualdad de condiciones las formaciones que tienen a sus dirigentes en la cárcel y las que no los tienen. No es la única que habla de “presos políticos”. También lo hace, con calculado descaro, el secretario general de Podemos, Iglesias Turrión. Mal lo de Marta Rovira, pero peor lo de Iglesias, porque es escandaloso que el representante de la tercera fuerza política ignore los principios de libre circulación de ideas, independencia judicial y separación de poderes, recobrados en 1978.
Otro idiota hablando para idiotas es Dante Fachín, que acaba de romper relaciones con su jefe, Iglesias, después de compararle con Rajoy. Para acreditar el supuesto retorno del franquismo a España, no se le ha ocurrido otra cosa que advertir de que si hoy están en la cárcel Junqueras y compañía, mañana pueden seguir el mismo camino Ada Colau o el mismísimo Iglesias.

¿Vuelve Franco?

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