Clasificación universitaria

Doce campus españoles, entre los quinientos mejores del mundo. O dicho desde otra perspectiva: sigue evidenciándose el fracaso de la educación superior, al no haber entrado ninguna Universidad española entre las ciento cincuenta mejores. Así, de manera tan dispar, según el cristal con que se haya mirado, ha sido acogida la reciente edición del llamado ranking de Shanghai.
Se trata, como se sabe, de una clasificación creada hace algo menos de tres lustros para comparar los centros universitarios chinos con los el resto del mundo y que con tal pretensión valora una serie de indicadores, como el gasto en investigación, el número de galardonados con un Nóbel o medallas Fields (logros en Matemáticas) salidos de los campus o las publicaciones en las principales revistas científicas. El listado último vuelve a estar encabezado por los tres grandes campus estadounidenses (Harvard, Stanford y Berkeley), a los que se suman otros cinco de la misma nacionalidad más los británicos de Cambridge y Oxford.
Por lo que a nuestras latitudes corresponde, las Universidades españolas aparecen, sí, en dicho ranking desde su primera publicación, pero nunca en cabeza. En la última entrega, hay, como digo, doce españolas entre el medio millar de las citadas; una menos que el año pasado. Y al igual que en clasificaciones similares, también en esta destacan las radicadas en Cataluña.
La de Barcelona, en concreto, repite por tercer año consecutivo entre las doscientas primeras, mientras que en el bloque de las trescientas se meten otras tres de aquella comunidad: Autónoma, Politécnica y Pompeu Fabra, junto con la descendente Complutense de Madrid, la Politécnica de Valencia y la nuestra de Santiago de Compostela (USC).
Por su parte y con tendencia al alza, Autónoma de Madrid y Granada figuran en el grupo de “las doscientas”, mientras que en el bloque último de “las cuatrocientas” aparecen País Vasco, Valencia y la catalana Rovira i Virgili.
Para el campus compostelano, el informe en cuestión ha resultado especialmente satisfactorio. Porque se trata no sólo de la única Universidad gallega que ha conseguido mantener plaza en el bloque general de las quinientas mejores, sino que además ha logrado ascender al grupo de “las trescientas”, lo que supone haber escalado cien puestos en la clasificación. En el ámbito específico de las Matemáticas es donde la USC brilla por tercer año consecutivo al situarse entre las cien mejores del mundo.
El camino no ha sido fácil, sobre todo después de haber desaparecido del listado en 2013. Por ello, la remontada de los últimos años ha sido especialmente celebrada. En palabras del rector Juan Viaño, esta su más alta posición supone una prueba clara de la calidad de la formación universitaria del campus que dirige. Y de su primacía en el sistema gallego, cabría añadir.

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