Los sanfermines de 2017 dicen adiós tras un emocionante encierro

Los sanfermines de 2017 dicen adiós tras un emocionante encierro
GRA310. PAMPLONA, 14/07/2017.- La comparsa de gigantes bailan el la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona, lugar donde hoy ha tenido lugar su despedida en el último día de las fiestas de San Fermín 2017. EFE/Jesús Diges

Los sanfermines de 2017 llegaron ayer a su fin en una jornada en la que la ganadería de Miura puso también el cierre a los encierros con una veloz y emocionante carrera con trece heridos, pero ninguno corneado. Dos minutos y diez segundos tardaron los toros sevillanos en completar el recorrido del encierro, en el que dejaron a trece corredores heridos, uno con un importante varetazo en la espalda y el resto con traumatismos y contusiones.
A un fuerte ritmo desde la salida de los corrales de Santo Domingo, donde en escasos segundos un toro se puso a la cabeza de la manada, el grupo corrió unido, con nobleza y sin prestar atención a los mozos, que tan solo pudieron aguantar a su lado unos pocos metros.
El encierro transcurrió sin incidentes, salvo las habituales caídas, hasta llegar al tramo de Telefónica, donde al pasar la curva la torada se fue hacia el vallado derecho, dejando atrapados entre las astas y los tablones a media docena de mozos.

Varetazo en la espalda
A pesar de la tensión vivida, finalmente ningún corredor fue corneado, aunque uno de ellos, el norteamericano A.G., de 30 años, sí que sufrió un varetazo importante en la espalda y además presenta traumatismo craneoencefálico con scalp (herida con pérdida de cuero cabelludo).
El resto de los heridos, entre los que figuran otro estadounidense, dos franceses y un italiano, presentan traumatismos, fracturas y contusiones varias, aunque ninguno de gravedad.
Atendidos todos ellos inicialmente en los puestos de Cruz Roja y DYA, que además asistieron de lesiones menores a otros 83 corredores en el encierro de ayer, llega el momento de los balances y de las despedidas hasta 2018. Entre los primeros figuran los 51 corredores, un total de siete corneados, trasladados este año al Complejo Hospitalario de Navarra después de ocho encierros que fueron vistos en todo el mundo, incluidas las tropas españolas en Besmayak (Irak).
Además, de inmediato, nada más terminar el encierro de Miura, se inició el desmontaje de los 1.700 tablones y 900 postes que componían el vallado y que en junio de 2018 empezarán a colocarse de nuevo.
Después llegaron las despedidas y también las fotografías para el recuerdo de quienes trabajaron en las asistencias de los encierros, de los mozos que corren en el tramo de Santo Domingo y de los reporteros que cada día mostraron al mundo las mejores imágenes de las fiestas.
Y este año además, con un pequeño homenaje del Ayuntamiento incluido, de los pastores José Miguel Araiz, “Rastrojo”, y Vicente Martínez, “Chichipán”, después de 45 y con 33 años guiando con sus varas a los toros del encierro.
Poco después, a media mañana, la corporación acudió en traje de gala hasta la capilla de San Fermín, como hizo el 7 de julio, ayer para la despedida del santo en “la octava”, acto que el alcalde aprovechó para hacer un balance positivo de las fiestas y el ambiente. Antes de comer llegó como cada año uno de los momentos más emocionantes de las fiestas, cuando la comparsa de Gigantes y Cabezudos se despidió de los más pequeños, con los que recorrió cada mañana la ciudad
De este modo, en ese momento, las figuras de cuatro metros se inclinaron hasta quedar a la altura adecuada para que los niños pudiesen besarles.

Últimas actividades
La tarde de ayer tuvo todavía distintos momentos de fiesta, con músicas y espectáculos para todos los públicos, y con la última corrida de esta Feria del Toro que lidiaron Rafaelillo, Javier Castaño y Rubén Pinar. 
Todo terminó finalmente cuando a las doce de la noche, desde el balcón principal del Ayuntamiento de Pamplona, el alcalde Joseba Asiron despidió los sanfermines de 2017 y convocó a todo el mundo para el mediodía del 6 de julio del próximo año.
Miles de personas se congregaron en este lugar con velas encendidas para el tradicional “Pobre de mí”, un acto que mezcla sentimientos de pena por lo que termina, nostalgia por los buenos momentos vividos y alegría por la certeza de que “ya falta menos” para el próximo San Fermín. l

Los sanfermines de 2017 dicen adiós tras un emocionante encierro

Te puede interesar