El rey emérito vuelve a Sanxenxo un año después de su última visita

El rey emérito vuelve a Sanxenxo un año después de su última visita
El rey emérito Juan Carlos I (i) a su llegada al aeropuerto de Peinador (Vigo) procedente de Londres | Brais Lorenzo (efe)

El rey Juan Carlos I aterrizó hoy en Vigo casi un año después de su última visita a España en mayo de 2022, cuando precisamente también visitó la ciudad olívica para luego partir hacia la localidad pontevedresa de Sanxenxo, al igual que hizo en esta ocasión.
 

En un vuelo privado procedente de Londres, donde asistió este martes al partido entre el Chelsea y el Real Madrid, el emérito llegó a Galicia a las 13.38 horas, más de una hora y media después de lo previsto, ya que se esperaba que su avión tocase tierras gallegas sobre las 12.00 horas.
 

Juan Carlos I bajó por su propio pie del avión, ayudado por un bastón y vestido con un jersey oscuro y un chaleco.
 

En pista, lo esperaba su amigo personal el empresario Pedro Campos, con el abandonó el aeropuerto en coche tan solo 15 minutos después de su llegada. A la salida, su majestad saludó a la multitud de prensa que lo esperaba desde el asiento del copiloto.
 

Juan Carlos I llegó a las 14.35 al domicilio de su amigo íntimo y anfitrión Pedro Campos, presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo, y de nuevo desde el asiento del copiloto saludó a la prensa. Enseguida este vehículo tomó la pista que conduce a la casa del armador del Bribón, Pedro Campos, y su segunda mujer, Cristina Franze. Es una vivienda con dos plantas, un cuidado jardín y magníficas vistas a la playa de Nanín.

 

Empanadas y marisco

La anécdota la protagonizó un particular que dejó empanadas artesanas para los periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión que han hecho guardia ante el chalé desde primera hora.
 

A este mismo domicilio de Campos acudió a mediodía ‘Piliña’, muy conocida en la zona por su fama de contar con los mejores productos del mar. Ella llegó en su furgoneta cinco minutos antes de las doce y media para hacer una entrega en casa de Pedro Campos.
 

Antes de su regreso a España, el rey emérito hizo parada en Londres, donde ha pasado un par de días disfrutando de la ciudad. Allí, acudió a un exclusivo club junto a varias personas más, según informó el diario Daily Mail, que publicó varias imágenes.
 

Don Juan Carlos visitó el club Oswald, situado en el centro de la capital británica y entre cuyos selectos miembros figuran la reina consorte Camilla, el Príncipe Guillermo o el ex primer ministro británico Boris Johnson.
 

El padre de Felipe VI fue visto abandonar el club el lunes a la 23.00 horas acompañado de dos guardaespaldas que le ayudaron en sus movimientos y a continuación subió a un vehículo, desde el que saludó a los periodistas presentes. Tras ello, el martes acudió al choque entre el Real Madrid y el Chelsea en la Champions. 
 

Asimismo, se había señalado que Don Juan Carlos iba a mantener un almuerzo privado con Carlos III, a cuya coronación el próximo 6 de mayo no está previsto que acuda, si bien desde la Embajada británica en Madrid se negó este extremo.

 

“Malestar” en Zarzuela

De esta manera, el Juan Carlos I ha vuelto a España, un viaje que ha generado “malestar” en Zarzuela, según fuentes consultadas, ya que allí se habrían enterado por los medios de comunicación de los planes del emérito de volver a Sanxenxo.
 

En Zarzuela consideran particularmente “inoportuno” que la visita se produzca en estos momentos dada la proximidad con las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo y por tanto en periodo preelectoral, aunque reconocen que se trata de una decisión personal del padre del rey y la enmarcan en su vida privada, como también ha hecho el Gobierno.

 

Sánchez

También ministros de Unidas Podemos, socios del Gobierno y partidos independentistas criticaron con dureza a Juan Carlos I por su segunda visita a España, al considerar que viene “a reírse de los españoles” cuando lo que tendría que hacer es dar explicaciones por ser un “corrupto”.
 

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, afirmó que el viaje “está absolutamente fuera de lugar” al ser una figura que “no representa a los españoles, ni a los de izquierdas, ni de derechas”, y que “hace un daño muy importante a la imagen de España”.
 

Garzón remarcó que el exmonarca no encarna “el buen hacer y la buena forma de comportarse de la ciudadanía española”, tras recordar que “arrastra muchos procesos judiciales” aunque hayan quedado archivados por prescripción.
 

“Han demostrado que no es inocente y que hace un daño muy importante a la imagen de España”, censuró el coordinador general de IU en declaraciones a los medios en el Congreso.
 

La ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, tachó de “esperpéntica” la visita del padre de Felipe VI y defendió que los ciudadanos elijan al jefe del Estado para no asistir con “cierta vergüenza ajena” a esta situación.
 

Desde Más País, su portavoz, Íñigo Errejón, reprochó a don Juan Carlos regresar a España para “reírse de los españoles, de los que son republicanos y de los monárquicos”.
 

“Me gustaría que cuando viniera lo hiciera para poner sus cuentas en orden y pagar los impuestos que debe. Pero si alguna vez la ha tenido, ha perdido toda la vergüenza y le ha perdido todo respeto a España y a los españoles. Viene a reírse de todos nosotros y a dar una imagen pésima”, manifestó en la Cámara Baja.  
 

El diputado de Compromís y candidato a la Generalitat valenciana, Joan Baldoví, arremetió contra Juan Carlos I por “tener más cara que espalda” al no haber dado “ninguna explicación” por el patrimonio que ocultó en el extranjero y sus irregularidades fiscales. “No está haciendo ningún gran favor a su propio hijo. Me importa muy poco lo que pueda hacer este señor. Lo que me interesa es que dé explicaciones”, demandó Baldoví.
 

Para la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, mientras “los corruptos pueden venir a España para participar de regatas después de pasar por Londres para ver al club del régimen”, en referencia al Real Madrid, algunos dirigentes independentistas “siguen perseguidos y en el exilio”.
 

También se refirió al padre de Felipe VI como un “corrupto” el diputado del BNG Néstor Rego, quien lamentó desde el hemiciclo que pueda “pasearse alegremente” por Galicia con “la protección del Gobierno”. “Esto en democracia es absolutamente inaceptable”, denunció. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, emplazó a Rego a hablar con “el debido respeto” cuando se refiera a una institución del Estado.
 

Desde EH Bildu, su portavoz, Mertxe Aizpurua, subrayó que don Juan Carlos “está poniendo en muy mal lugar, todavía peor, a la monarquía española” y reiteró la petición al Gobierno de que le retire el titulo honorífico de rey. 
 

En otra línea, el diputado de Ciudadanos, Edmundo Val, defendió por su parte, que el monarca emérito venga a España “todas las veces que le dé la gana” al ser “un ciudadano libre”. 

El rey emérito vuelve a Sanxenxo un año después de su última visita

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