Mika se libera y rechaza "clichés", como "querer un sitio en el paraíso"

Mika se libera y rechaza "clichés", como "querer un sitio en el paraíso"
El cantante británico de origen libanés Mika. EFE/Archivo

  "No estoy pidiendo un sitio en el paraíso", dice el artista británico-libanés Mika sobre su nuevo disco, "No place in heaven", un trabajo en el que, a través de un pop más "melódico, real e íntimo", se libera y expresa su "rechazo" a algunos de "los clichés" con los que ha crecido.

"No rechazo la religión, pero sí lo hago con alguno de sus clichés, como la promesa del paraíso y el castigo del infierno. Es una de las primeras cosas que tienes que destruir para tener una vida transparente y honesta", ha contado en una entrevista con Efe el músico, que fue educado durante toda su vida "en escuelas religiosas".

En este sentido, Mika (Beirut, 1983) ha explicado que "mucha gente de su generación" se diferencia de la de sus padres o sus abuelos porque "se han dado a ellos mismos la libertad de elegir los puntos de la religión con los que están de acuerdo y con los que no".

Así, de su primer "single", que comparte nombre con el álbum, el artista destaca que es un tema "que enternece y hace sonreír" y que comenzó a escribirle a su padre, alguien con quien, ha expresado, nunca ha tenido una conversación íntima sobre ningún aspecto de su vida, aunque lo haya apoyado y haya sido bueno con él.

"Escuchando esta canción, creo que puedes meterte en mi relación con mi padre, puedes meterte en mi vida y también puedes encontrarte a ti mismo en la canción, porque pienso que mucha gente ha vivido una situación similar", ha añadido sobre "No place in heaven".

El autor de temas como "Grace Kelly" y "Lollipop", que admite que escribe canciones porque así puede "sentirse mejor y más capaz de manejar las cosas en su vida", ha explicado que su nuevo disco es un trabajo "muy creativo".

"Cuando lo escuchas, es muy tierno y muy suave, no es nada agresivo, incluso no suena comercial", ha contado.

Comparándolo con su anterior álbum, "The origin of love", que el artista califica como "un caleidoscopio y un sueño psicodélico", "No place in heaven" es un trabajo "más controlado" que actúa como la fase que viene después de ese sueño, ayudándose del pop melódico en el que Mika insiste durante la entrevista.

"La música pop puede estar hecha por uno mismo, puede ser creíble y real, no tiene por qué ser algo manufacturado. Muchos álbumes de pop de los 70 cuentan historias con un pop muy melódico, y ese es el mejor pop que hemos hecho nunca", ha asegurado sobre "la suavidad" musical de su nuevo disco.

Si tuviera que elegir su tema favorito, Mika, ha sostenido, se quedaría con "Good guys", porque es una canción que, si la hubiera escuchado con 14 años, "la habría cogido, la habría puesto al lado de mi corazón y la habría guardado así".

"Mis álbumes son un reflejo de lo que soy. Si quieres saber quién soy, o conocer mi pasado, escucha mis discos y entenderás todo, incluso las cosas que odio sobre mí mismo", ha expresado.

En cuanto a la audiencia española, el cantante dice "sorprenderse" siempre con ella, porque tiene la mente muy abierta y no se sienten impactados por sus cambios o por cómo evoluciona.

"La tolerancia del público español es increíble, más incluso que en Reino Unido. Les gusta la emoción y, cuando actúas, ellos te devuelven esa emoción, y eso es algo que no obtienes en todos los lugares", ha matizado.

De sus planes futuros, Mika ha explicado que está montando una gira "muy visual y muy bonita" y, aparte, sigue haciendo radio y televisión (participa en el "Factor X" italiano y es "coach" en "La Voz" de Francia), y colabora con algunas marcas, todo ello, en parte, orientado a poder gozar de mayor libertad creativa cuando se enfrenta a su música.

"Hago el tipo de música que hago porque puedo, pero lucho para hacerlo y para que sea algo realmente puro, para poder estar orgulloso dentro de veinte años", ha concluido.

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