Más del 36% de los alumnos españoles repitieron algún curso durante la enseñanza obligatoria

Más del 36% de los alumnos españoles repitieron algún curso durante la enseñanza obligatoria

La tasa de alumnos repetidores en España llega al 36,1% de los estudiantes de hasta quince años, un dato que se va acelerando a medida que aumenta el tiempo que el alumno pasa en la escuela. Así lo revela el informe “Indicadores comentados sobre el estado del sistema educativo español 2017”, realizado por las fundaciones Ramón Areces y Sociedad y Educación.
  El porcentaje de estudiantes que repiten se obtiene de sumar el 14,7% que repitió en Primaria y el 21,4% en Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
“Contra lo que pudiera parecer, la tradición de repetir no parece haber perdido fuerza, sino que se ha mantenido e incluso ha aumentado desde el año 2000”,destacó el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Julio Carabaña.
A los quince años, edad teórica de finalización de la ESO, la tasa de idoneidad (relación entre escolares que se encuentran matriculados en el curso teórico adecuado para su edad y la población de dicha edad) en España era del 63,9% en el curso 2014-15.
En comparación con el curso 2004-05, la tasa de idoneidad ha aumentado en varias edades contempladas, a los doce, catorce y quince años, especialmente en la última de ellas, que ha pasado de un 58,4% al 63,9%.
Desde el año 2000, con el auge económico, hubo un aumento de la repetición, en cambio, con la crisis mejoró dicha tasa, resaltó Carabaña, que considera que al no poder trabajar, los jóvenes “se esforzaron para no repetir”, y reconoce que “tanto como en España se repite en pocos países” 

Resiliencia
Mientras, el 39,2 por ciento de los estudiantes de quince años con desventajas socioeconómicas en España son resilientes, es decir, sacan mejores resultados de lo esperado, un porcentaje superior al promedio de los países de la OCDE, que es del 29 por ciento. El profesor de Sociología de la Universidad de Zaragoza Pau Marí-Klose señaló que “hay un porcentaje relativamente alto de alumnos desfavorecidos que lo hace muy bien, y que ha ido en aumento”, pues el 39,2% es del curso 2014-15 (últimos datos conocidos), y en 2006 era del 28%. “Evitar trayectorias de desafección hacia la escuela, que pueden aparecer a edades tempranas” o “una supervisión y comunicación intensa” desde las familias pueden ser favorecedores de la resiliencia, según Marí-Klose. Entre 2006 y 2015 hubo programas como el PROA (Programas de Refuerzo, Orientación y Apoyo) con efectos muy positivos y que “se eliminaron con los recortes pero sus beneficios se pueden extender en el tiempo”, comentó.
No obstante, Marí-Klose añadió que la “brecha” entre alumnos de diferente situación socioeconómica se puede terminar apreciando. Esto puede ocurrir en la Universidad, a la que accede sobre el 25% de los que provienen de entornos más desfavorecidos frente a un 70 % de los de familias favorecidas que siguen estudios superiores. “Quizá la falta de recursos termina siendo un problema a la hora de continuar su formación”, concluye. el sociólogo. l
 

Más del 36% de los alumnos españoles repitieron algún curso durante la enseñanza obligatoria

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