Investigan si forzaron a las dos jóvenes de Cuenca antes de matarlas

La investigación sobre el asesinato de las jóvenes Marina y Laura se centra en si hubo agresión sexual, y de hecho la autopsia está pendiente de los resultados de pruebas de restos biológicos remitidas al laboratorio, y en si hubo algún tipo de asociación criminal, aunque fuera transitoria, para cometerlo. El teniente fiscal Francisco Ramón Sánchez Melgarejo, máximo responsable de la Fiscalía Superior de Castilla–La Mancha en ausencia del fiscal jefe, explicó ayer que la investigación por el asesinato en Cuenca de Marina Okarynska y Laura del Pozo está avanzada “pero no ultimada, ni muchísimo menos”.
Anunció que, al tratarse de dos muertes violentas, será un procedimiento con jurado y también dijo que “todo apunta” a que la calificación de la Fiscalía será de dos delitos de asesinato a los que podría añadirse algún otro como detención ilegal. El responsable de la Fiscalía afirmó que la autopsia practicada a las jóvenes “está pendiente de una serie de comprobaciones y corroboraciones”, entre ellas la remisión al laboratorio de restos biológicos que pueden “ratificar, modificar o matizar” el resultado de la autopsia.
En cuanto a que haya una organización criminal, señaló que en estos momentos hay más de un sospechoso “y hay que ver si entre ellos existía algún convenio o asociación, aunque fuera transitoria, en orden a cometer este delito”. Una vez conocidos todos estos detalles “decidiremos si la prisión permanente revisable es susceptible de ser pedida, y en su caso impuesta”, ha matizado.
Sobre la posibilidad de que el rumano Istvan Horvath, amigo de Sergio Morate –que es el principal sospechoso del doble crimen de Cuenca–, pueda ser juzgado en España, Sánchez Melgarejo explicó que la complejidad del caso radica, precisamente, en sus “connotaciones internacionales”. La Fiscalía debe estudiar si hubo encubrimiento, complicidad o incluso coautoría por parte del amigo de Morate, y una vez establecidos estos hechos, decidirá si puede ser juzgado en España. “Se da la paradoja que son hechos principales cometidos en España y otros, como encubrimiento, cometidos en el extranjero”, ha indicado.
En cuanto a la llegada de Morate a España, las dos vías posibles son que él lo acepte, con lo que el plazo se acorta a diez o quince días, o lo contrario, que supondría un plazo máximo de sesenta días. Una vez que llegue a España, se pedirá su prisión preventiva. En el transcurso máximo de seis o siete meses la investigación del doble asesinato podría estar cerrada, salvo complicaciones por los trámites