La hija de una víctima del tráfico pide más seguridad entre Poio y Sanxenxo

La hija de una víctima del tráfico pide más seguridad entre Poio y Sanxenxo
GRA129. VIGO, 20/12/2014.- Un momento de la marcha reivindicativa que ha recorrido este mediodía un trayecto de la PO-308, entre Poio y Sanxenxo, a la altura de Raxó, tras la muerte de la última víctima registrada en esta carre

La gallega Azucena Rodas, hija de la última víctima mortal registrada en la PO-308, encabezó ayer una marcha reivindicativa en la que se exigió mayor seguridad, una protesta que en vida había secundado su madre ante el número de accidentes habidos en este tramo y que ella misma ha continuado.
La marcha reivindicativa, secundada por trescientas personas, recorrió un trayecto de esta carretera de la costa pontevedresa entre Poio y Sanxenxo, a la altura de Raxó, con el objetivo único de reclamar una protección de la que carece y, con la que, por ende, quedaría satisfecha una vieja demanda ciudadana para la que, hasta el momento, no ha habido respuesta. A esta manifestación asistió el alcalde de Poio, el nacionalista Luciano Sobral, al que algunos vecinos recriminaron de nuevo la falta de seguridad en la vía, que es de titularidad autonómica.

Más aceras y controles
“Pedimos aceras y más controles de velocidad”, declaró antes de empezar esta caminata, de en torno a un kilómetro por la PO-308, Azucena Rodas, hija de la fallecida, Ana María Gómez, una mujer que el pasado 24 de noviembre fue arrollada en este punto negro de la red viaria gallega, conocido por su altísimo índice de siniestralidad, por un coche que invadió el arcén.
Los vecinos, vestidos con chalecos reflectantes, avanzaron por uno de los carriles de la calzada, cortada por la Guardia Civil y la Policía Local de Poio, coreando consignas como “menos velocidad, más seguridad” o “frenada segura”. Al término de la protesta, que se extendió desde la gasolinera de Raxó hasta el lugar de Fontoira, la curva maldita en la que murió Ana María, los asistentes guardaron un minuto de silencio tras el que Rodas leyó un manifiesto en el que recordó la lucha de su madre, que llevaba años reclamando que se reforzasen las garantías en esta vía, una carretera muy transitada -especialmente en verano- y en la que las casas están, en muchos tramos de la misma, justo a pie de calzada.
 
Antideslizante
“Hace años un coche se empotró y llegó hasta el salón de nuestra vivienda”, ha ejemplificado Rodas, que dijo que su madre empezó entonces una campaña con la que consiguió, al menos, que se cambiase el asfalto de la carretera por uno de tipo antideslizante.
 Ahora espera que las autoridades tomen nota, puesto que la obra serviría para satisfacer un “bien general” y que en su caso ya supone una cuestión personal después de que el sueño de la persona que le dio la vida se truncase justo en esta carretera. “No voy a parar”, aseguró.

 

La hija de una víctima del tráfico pide más seguridad entre Poio y Sanxenxo

Te puede interesar