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jueves | 25 abril | 2024
El joven de 19 años acusado de asesinar a cuchilladas a su antigua novia, una chica de 14 años, en Tàrrega (Lleida), en octubre de 2013, ha reconocido hoy en la primera sesión del juicio que apuñaló a la chica, aunque ha asegurado que no sabe ni cómo ni por qué lo hizo: "No tenía el control de mi cuerpo".
En la apertura del juicio, que se celebra en la Audiencia Provincial de Lleida, el acusado, José Michel de los A.R., ha declarado cabizbajo y en algunos momentos ha sollozado.
El acusado se ha negado a contestar muchas de las preguntas sobre lo sucedido el día de los hechos y los días anteriores, alegando que tiene "muy mala memoria", si bien ha reconocido haber matado a la que fuera su novia, con la que había cortado el día antes.
"Cogí el cuchillo y pasó todo. No era yo. No tenía el control de mi cuerpo. Me quedé en blanco después. En ese momento no sé qué pasó. Tengo pesadillas en las que estoy persiguiéndola. No sé cómo la apuñalé", ha declarado ante el jurado popular que juzgará su caso.
A pesar de que el acusado ha reconocido los hechos, el jurado tendrá que decidir si cree la versión del joven de su defensa sobre cómo sucedieron las cosas el día de la muerte de Alba Martí, o bien la de la acusación.
La diferencia es que se le condene a 8 ocho años de cárcel, tal y como pide su defensa, que lo considera culpable de un delito de homicidio con una eximente de alteración psíquica, una atenuante de obcecación y otra más de colaboración con la justicia.
O bien que se le condene a 25 años, como pide el Ministerio Fiscal, que lo considera culpable de asesinato con alevosía, ensañamiento y la agravante de parentesco.
El Ministerio Fiscal considera en este sentido que el acusado es un chico controlador, posesivo y celoso que tenía una relación obsesiva con Alba Martí, con la que llevaba saliendo apenas nueve meses cuando sucedieron los hechos.
Durante ese tiempo, él estuvo viviendo en la casa de ella varios meses, ya que la relación con sus padres no era buena y la madre de la joven lo acogió en su domicilio.
Según la Fiscalía, el 7 de octubre de 2013 él la espero en el rellano de su vivienda, a una hora que sabía que iba a estar sola, armado con un cuchillo de pesca submarina.
Cuando llegó, se abalanzó sobre ella y la persiguió hasta el último piso del edificio, donde le asestó dos puñaladas antes de llevarla a la vivienda de la chica, donde la apuñaló una veintena de veces más, causándole la muerte por shock hemorrágico.
Después se lavó las manos, recogió el cuchillo y ropa y se fue a su casa, donde se duchó y se fue a ver a unos amigos, con los que estuvo hablando e incluso jugando al fútbol hasta que sus padres, que encontraron en casa el cuchillo ensangrentado, le fueron a buscar y le obligaron a ir a los Mossos a confesar.
Sin embargo, el acusado ha negado hoy que fuera violento o posesivo, ha asegurado que ambos decidieron cerrar su perfil de Facebook voluntariamente, no por decisión de él, y ha explicado que el día de los hechos se dirigió a casa de la joven para hablar, ésta le abrió y cuando estaban conversando, sin que hubiera discusión por medio, vio un cuchillo, sintió "un impulso irrefrenable" -en palabras de su defensa- y la apuñaló.
Su defensa alega asimismo que el joven tenía problemas psíquicos desde los 16 años, edad en la que sufrió un accidente de bici, y que se sentía abandonado por sus padres, motivos por los cuales había intentado suicidarse en varias ocasiones con una cuchilla y por los que había recibido tratamiento psiquiátrico.
