El pleno de A Coruña aprobó este jueves, inicialmente, la nueva tasa turística. Lo hizo con el rechazo del PP, el único partido que votó en contra al considerar, como relató su portavoz, Miguel Lorenzo, que "no existe en la ciudad presión turística, no se la inventen".
El nuevo impuesto oscilará entre un euro y 2,5 por turista y noche, hasta un máximo de cinco días. Todo ello en función del tipo de establecimiento en el que se hospeden. El gravamen afectará también a los cruceristas, aunque en este caso dependerá de las horas que pasen en la ciudad. El portavoz municipal, José Manuel Lage Tuñas, recordó que el objetivo es "garantir a sostenibilidade dos servizos e calidade de vida dos veciños", a la vez que el nacionalista Francisco Jorquera defendió que los precios que impone la tasa son "módicos".
El portavoz de los populares, además de rechazar la medida, llegó a asegurar que esta podría desencadenar un "turismo low-cost", indicando que los viajeros tendrán que ahorrar en sectores como la hostelería o en los hospedajes para poder hacer frente al pago de la tasa. Incluso dijo que las escapadas de fin de semana para visitar exposiciones como las de la Fundación Barrié o la Fundación Marta Ortega, dejarían de llevarse a cabo.