María Meijide, en Fundación CIEC

El Centro Internacional de la Estampa Contemporánea (CIEC) de Betanzos ofrece una muestra de María Meijide (Santiago de Compostela,1978), que es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, máster de pintura por la Universidad de Lisboa y de grabado por la Fundación CIEC  y que cuenta en su haber con numerosos premios y  más de veinte proyectos expositivos como ‘O camiño Meiji’; ha publicado los cuadernos de viaje De Ushuaia a la Quiaca y De Kuala Lumpur a Beijing y Galipop sobre diseño y pintura de Galicia. Su última publicación es de 2022: ‘Autobiografía cuantificada ou qué difícil é ser María Meiji’. 
La actual exposición, que recoge grabados y alguna acuarela, está vinculada al Premio Jesús Núñez de Artes Gráfica, que recibió en 2021 y lleva el singular e irónico título de ‘SOY UN PERSONA OBSESIVA, OBSESIVA... Y MIOPE’, lo que encaja con su deseo de reflejar sus experiencias y su visión de la vida, y la impronta de los lugares por los que ha viajado, componiendo una especie de autobiografía visual en composiciones realizadas con un trazo suelto y ligero, casi como apuntes rápidos y que dejan abiertas las puertas de la imaginación. 


El apelativo de “miope” que se atribuye entra dentro de ese sesgo con el que quiere aludir a la dificultad de ver y de recoger en una sola mirada toda la complejidad de los seres, de los objetos y de los lugares contemplados. Por ello, ya se trate de una piscina, de visiones de un campo de fútbol, como en la serie ‘Futbólicas’, de un desnudo en la bañera que aparece en la serie ‘Sábado tarde me enjabono’ o de la ciudad de Atenas, el dibujo  conserva la impronta del apunte rápido y parece casi como una caligrafía  muy sintética en la que se puede reconocer sólo lo esencial del motivo reflejado. 


No obstante, a veces, también se aproxima a una cierta abstracción, como en las acuarelas ‘Beijing’ y ‘Vietnam’, realizadas con collages y manchas muy sueltas de tonalidades negras y grises, con algún pequeño toque de rojo o de verde y que sugieren pasajes de tránsito o masas en movimiento. En la serie ‘Mamma mía’ dibuja el perfil de un cuerpo femenino de formas rotundas, visto de frente, que, aunque siempre es el mismo, cambia según el color del fondo sea amarillo, azul o negro; de este modo se establece un diálogo  y una interacción entre la blanca línea del contorno y el cromatismo. 


En la serie de litografías ‘Drama en el polígono’, con el que recibió el premio Jesús Núñez, nos deja ante una escena llena de suspense, en la que unos personajes que se ven pequeños aparecen como atrapados en las grandes dimensiones de una arquitectura que tiene la apariencia de una nave industrial. No falta el guiño sexual, como en ‘Pitos amarillos’ o ‘Culo veo, culo quiero’ o incluso el asombro ante la inmensidad oscura del cosmos, como en ‘Meteora’. Además de mostrar su ductilidad expresiva y su talento para hacer tema artístico de situaciones y cosas corrientes, tiene la inteligencia de ironizar sobre “...a capacidade obsesiva, obsesiva...que teño para equivocarme”.

María Meijide, en Fundación CIEC

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