Ecos del debate

Ocho días después muy pocos se acuerdan del debate a cinco en la TVG que también se puede considerar como un debate “cuatro contra uno”, porque esa fue la fórmula elegida por los candidatos de la oposición contra el presidente de la Xunta.


Pero lo que más llamó la atención fue la visión tan negativa de Galicia, el retrato en blanco y negro que mostraron los aspirantes a desbancar al partido que gobierna la comunidad que a mí me llevó a recordar a Ruth Matilda Anderson, la fotógrafa americana que hace un siglo inmortalizó la Galicia pobre, rural y urbana, y el alma de los gallegos en fotografías que ilustran su libro “Gallegan Provinces of Spain. Pontevedra and La Coruña”.


Por aquellos años don José Ortega describía nuestro país en “España invertebrada” como “tierra pobre habitada por almas rendidas, suspicaces y sin confianza en sí mismas”. Poco después “anoiteceu” en España y en Galicia con la guerra y la dictadura que trajo opresión política, miseria económica, emigración masiva y pobreza generalizada. Era a Galicia de la economía de subsistencia y del racionamiento,  la Galicia pobre que retratara Ruth Matilda.  


Pero llegó la democracia y Galicia alcanzó el autogobierno. Tomó conciencia de su personalidad como “nacionalidad histórica”, de su singularidad , de su riqueza cultural y de sus potencialidades y con el autogobierno llegó el desarrollo de esta tierra impulsado por los sucesivos gobiernos en los ámbitos económico y empresarial, cultural y social, educativo, sanitario y atenciones sociales.


Con la ordenación del territorio, las infraestructuras de comunicación, la transformación y equipamientos de las ciudades y del mundo rural el progreso llegó a raudales y Galicia dio un gran salto cualitativo.


Por tanto, este ya no es aquel país de “las almas rendidas” y de la economía de subsistencia; el país de las colas del hambre, de los niños sin escuela, de los enfermos hacinados en los hospitales, del arado romano o de las vacas tirando de los carros…


Afortunadamente, aquella Galicia del primer tercio del siglo XX que retrató la fotógrafa americana ya no existe, como no existe la Galicia descrita por los candidatos que aspiran a relevar al gobierno gallego y desfiguran la Galicia real que supera en muchos indicadores la media de España.


Esto no quiere decir que Galicia sea Jauja, el paraíso que describió López de Rueda.  


El país sigue teniendo problemas, unos estructurales y otros coyunturales. El paro es una preocupación, hay desigualdad, sectores productivos débiles, emigra talento joven, la población envejece… Son problemas de los que se ocupa este Gobierno, como hicieron los anteriores, y gracias a la labor de todos Galicia es hoy un país homologable a los de su entorno.

 

Ecos del debate

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