Aceite de oliva

Dentro de la escalada de precios de los diversos artículos, se halla en el podium el aceite de oliva, debido  a los fondos de inversión, entre otros de los muchos mercados en los que se sienten cómodos. España en el mayor exportador de este aceite, y se está viendo como experimenta un ascenso inusual en su producto, al estar el mismo en la línea de los 10 euros, en muchos casos, ni hay forma de hallarlo por menos de 7 euros litro, lo que propicia el hurto en los lugares donde se almacena, como son las almazaras

Esta fulgurante subida en el precio, se puede achacar a diversos factores, como la mala cosecha del campo, debido a pertinaz sequía, eso solo es el principio de la causa mayor, la crisis energética por un lado, que propicia descomunal subida de los costes de producción y la tan manida guerra ruso-ucraniana, que hizo subir el precio del aceite de girasol. Pero también la posible especulación promovida por algunos sectores ansiosos de ganancias a corto plazo.

Algunas asociaciones de consumo y la Unión de Agricultores y Ganaderos, hacen pública su denuncia del lucro a costa del aceite de oliva, la cosecha actual, ya disponible en el súper, se adjudicó a sus productores a precios más bajos y solicitan se ponga en marcha una herramienta de regulación, sobre el asunto. Dicho aceite se adquirió y está ahora a la venta entre los 7 y 10 euros litro, con lo que sus ganancias son suculentas, superando en precio al de nuestros países vecinos. La culpa de este meollo, se la reparten unos y otros, nadie quiere asumir el escándalo, cuando ya hay clientes que se están pasando de nuevo al girasol.

La baja producción en el campo olivarero y la falta de lluvia en su periodo crucial, para lograr un buen año de abundancia, también son la causa, compatibilizada con las anteriores, lo real de asunto, es que hay inversiones que entraron en este campo oleícola en busca de ganancias rápidas en el corto plazo. Existe un fondo de inversión que hace su agosto, cuya entidad está especializada en plantaciones de olivos y su producción parece rentable.

En realidad, pese haber caído la producción, este fue el argumento más manido, para blanquear la realidad, que no lo es, hay sobrante de aceite, según algunas fuentes, cifran de hasta 250 mil toneladas del aceite de la pasada campaña y el suministro hasta fin de año está garantizado.

El problema es otro, los productores trabajan a largo plazo y firman contratos que cubren toda la campaña, fijando los precios antes. Debido a esto, el súper, vende el aceite al precio que pone el distribuidor en circulación, más sus márgenes, dando por resultado el ya indicado de venta al público.

De aquí a fin de año, el precio quizás comience a aminorar y se podrá ver, uno más acorde con la realidad