El sospechoso del atentado de Francia confiesa el crimen, pero no desvela los motivos

El sospechoso del atentado  de Francia confiesa el crimen, pero no desvela los motivos
NOG09. Saint Priest (France), 27/06/2015.- General view of the building where the suspect of the attack of Air Products factory lived in Saint Priest, southern France, 27 June 2015. One person was beheaded and two injured in the attack on the fortified pl

Yashim Salhi, el sospechoso del atentado del  viernes en el este de Francia, confesó haber decapitado a su jefe y haber tratado de volar una planta química, pero se mostró menos claro a la hora de desvelar los motivos de su acción.
Fuentes próximas a la investigación informaron de que, tras 30 horas de silencio ante los investigadores, el presunto autor de los hechos comenzó a colaborar anoche.
El sospechoso, que tras un breve paso por el hospital se encontraba en las dependencias de la policía de Lyon, fue trasladado ayer a los locales de la brigada antiterrorista situados a las afueras de París, donde seguirá en arresto provisional hasta ser presentado ante un juez antes del próximo martes.
Salhi, de 35 años y padre de tres hijos, confesó que asesinó en un aparcamiento a su jefe en la empresa de paquetería en la que trabajaba desde hacía unos meses y luego le decapitó.
Con la furgoneta de reparto en la que habitualmente hacía su trabajo, se dirigió a la planta que la empresa estadounidense Air Products tiene en Saint-Quentin-Fallavier, a pocos kilómetros de Lyon, tercera ciudad de Francia.
Allí, tal como se desprende de las grabaciones de las cámaras de seguridad, le abrieron la puerta pensando que iba a hacer una entrega. Salhi colgó la cabeza de su jefe de una valla y la rodeó de banderas con inscripciones musulmanas, antes de estrellar el vehículo contra un almacén repleto de bombonas de gas, lo que provocó una gran deflagración, aunque ninguno de los casi 50 trabajadores de la planta resultó herido.
Levemente herido, se dirigió a otro almacén, donde fue reducido por un bombero cuando abría bombonas de acetona aparentemente con la intención de volar por los aires la fábrica, según su confesión.
Salhi se mostró, sin embargo, menos claro a la hora de desgranar los motivos de su acto. De acuerdo con la página web del diario “Le Parisien”, Salhi explicó que atraviesa “dificultades personales ligadas a su trabajo y a su familia”.
La cadena de televisión BFMTV afirmó que Salhi confesó haber tenido una fuerte disputa con su esposa la víspera del atentado, mientras que la emisora France Info señaló que también había discutido con su jefe.
La esposa y la hermana del sospechoso continúan arrestadas en dependencias de la policía.
Además de las banderolas con inscripciones musulmanas que colgó junto a la cabeza de su jefe, las sospechas del carácter terrorista del atentado se alimentan en el hecho de que Salhi había sido seguido por los servicios secretos franceses.

El sospechoso del atentado de Francia confiesa el crimen, pero no desvela los motivos

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