Somalia sufrió el sábado el peor atentado de su historia después de que presuntos terroristas de Al Shabab detonaran camiones bomba contra un hotel y un mercado de la capital, Mogadiscio, matando a al menos 215 personas e hiriendo a más de 350, según el último balance ofrecido ayer por fuentes sanitarias.
Según la prensa local, que ofrece una cifra aún mayor de fallecidos –230–, la gran mayoría de fallecidos eran civiles, sobre todo vendedores ambulantes que comerciaban en una de las calles más transitadas de la ciudad. Los hospitales estaban ayer desbordados ante la masiva llegada de heridos para los que no disponían de suficientes medicamentos ni de sangre para las transfusiones, por lo que el presidente del país, Mohamed Abdullahi Mohamed, hizo un llamamiento a la población para que donase sangre. Muchas de las víctimas murieron calcinadas, lo que dificultaba las tareas de identificación.
La primera explosión se produjo junto al hotel Safari, situado en la conocida como intersección K5, una de las zonas más populares de la capital y sede de oficinas gubernamentales, hoteles y restaurantes. El segundo ataque, con idéntico modus operandi, se llevó al cabo al lado de un concurrido mercado situado junto a la antigua sede de la aerolínea Somalia Airlines, en el distrito de Wadajir. l