Renzi se juega su futuro político en el referéndum de Italia sobre la reforma de la Constitución

Renzi se juega su futuro político en el referéndum de Italia sobre la reforma de la Constitución

Un total de 47 millones de italianos están llamados hoy a las urnas para validar o no el cambio de 44 de los 139 artículos de la Constitución, pero el voto condicionará también la supervivencia del principal promotor de la reforma, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, quien ha asegurado en varias ocasiones que dimitirá si pierde.
Renzi comenzó hace dos años su campaña para hacer el cambio más profundo en la Carta Magna desde que Italia es República (1946) que, después de obtener el “sí” de las Cámaras, deberá corroborar el pueblo italiano.
Los sondeos apuntan a una clara victoria del “no”, aunque tras los recientes fracasos a la hora de augurar la victoria del Brexit o de Donald Trump en Estados Unidos, en Italia nadie quiere dar nada por seguro.
La clave está en que el primer ministro convirtió la consulta en un referéndum sobre su persona y amenazó con dejar para siempre la política. Uno de los puntos más controvertidos de la reforma constitucional –llamada “Renzi-Boschi” por el premier y su ministra María Elena Boschi– es la transformación del Senado en un órgano de representación de los entes territoriales.
La propuesta pretende eliminar el bicameralismo perfecto origen de largas negociaciones, numerosas enmiendas, y una legislación excesivamente complicada. De ganar el “sí”, la Cámara Baja pasará a ser el principal órgano legislativo, mientras que el Senado se convertirá en una “cámara de regiones y municipios” sin capacidad de veto y con poderes legislativos específicos y limitados.
Además, el número de senadores se reduciría de 315 a 100, cinco de ellos vitalicios, y pasarían a ser elegidos por los consejeros regionales. En concreto, los 95 senadores serán 74 consejeros regionales y 21 alcaldes (uno por cada región, incluidas las dos provincias autónomas de Trento y Bolzano). Los senadores italianos cobran actualmente un salario, que desaparecerá si se aprueba la reforma.
El sistema parlamentario italiano es uno de los más costosos de todo el mundo. Entre las dos cámaras, Italia cuenta con 952 parlamentarios, la tercera cifra más alta del mundo por detrás de China y el Reino Unido, y uno de los únicos cuatro países con más de 900 diputados. 
Quienes se oponen a la reforma contestan la falta de capacidad electiva de los ciudadanos de los senadores y que estos sigan gozando de inmunidad parlamentaria, ya que temen que pueda usarse el cargo para esquivar a la justicia.

Renzi se juega su futuro político en el referéndum de Italia sobre la reforma de la Constitución

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