El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se dio ayer un baño de multitudes y prometió un futuro de “brillantes victorias” si es reelegido en los comicios del día 18, que según todos los sondeos ganará con una mayoría abrumadora.
“Queremos que (nuestros hijos y nietos) sean felices. Nadie lo hará por nosotros, pero si lo hacemos, el próximo decenio y todo el siglo XXI estarán marcados por nuestras brillantes victorias”, dijo el jefe del Kremlin en un mitin-concierto electoral en el estadio Luzhnikí (antiguo Lenin) de Moscú ante más de 100.000 personas.
A continuación, Putin se dirigió al público que colmaba los graderíos y parte de cancha y preguntó: “Lo haremos, ¿sí?”, a lo que el estadio respondió con un “sí” ensordecedor.
Putin informó de que al mitin asistía la selección rusa de hockey sobre hielo, que ganó la medalla de oro en los recientes Juegos Olímpicos de Invierno de PyeonChang (Corea del Sur), y añadió que todo el mundo vio cómo los jugadores cantaban el himno del país. “Pero por algún motivo (sanción del Comité Olímpico Internacional) no oímos la música. Entonemos ahora juntos, con música, nuestro himno nacional. ¡Vamos!”, exclamó el presidente ruso y comenzó a cantar.
Varios medios informativos, entre ellos la emisora Ejo Moskvy (Eco de Moscú), acogieron denuncias de que estudiantes y empleados de empresas públicas fueron coaccionados para asistir al mitin-concierto. Según Ejo Moskvy, nada más concluir Putin su intervención muchos de los asistentes comenzaron a marcharse del estadio, abandonando en los graderíos las pancartas en apoyo del líder ruso. l