La Policía de EEUU descarta el móvil racial, religioso o terrorista en el tiroteo de Texas

La Policía de  EEUU descarta el móvil racial, religioso o terrorista en el tiroteo de Texas
LWS112. SUTHERLAND SPRINGS (ESTADOS UNIDOS), 06/11/2017.- Una mujer ofrece flores a una agente de la Policía de Texas en las inmediaciones de la iglesia baptista de Sutherland Springs, en Texas (Estados Unidos) hoy, 6 de noviembre de 2017. Un total

La Policía descartó ayer que la matanza perpetrada este domingo por Devin Patrick Kelley, que mató a 26 personas –entre las que había más de 10 niños y una embarazada– en una iglesia baptista de Sutherland Springs (Texas), se debiera a motivos raciales, religiosos o terroristas, y atribuyó la acción del tirador a causas personales.
“No contemplamos que la acción de ayer (por el domingo) se deba a motivos raciales o religiosos; sí podemos decirles que había una serie de problemas domésticos en su familia”, dijo a la prensa el portavoz del departamento de Seguridad Pública del estado, Freeman Martin.
Martin confirmó que la madrastra de Kelley era feligresa de la Primera Iglesia Baptista, congregación contra la que el sospechoso habría proferido una serie de amenazas por motivos que el funcionario dijo no poder detallar aún. Las autoridades también confirmaron que todo apunta a que Kelley acabó suicidándose y añadieron que diez personas, de la veintena de heridos del tiroteo, seguían ayer en estado grave o muy crítico. Los otros diez o se encontraban estables o ya habían recibido el alta.
Respecto a las víctimas mortales, explicó Martin, la muerte de una de esas personas se produjo en el hospital, dos murieron fuera de la iglesia y 23, dentro del templo, donde asistían a la misa del domingo. Una de las víctimas que estaba en el interior de la iglesia era Annabelle Pomeroy, de 14 años e hija del pastor de la congregación, Frank Pomeroy, quien el domingo no estuvo en el servicio religioso por encontrarse de viaje junto con su mujer, Sherri Pomeroy, en Oklahoma. 

De maltratador a asesino
Tras una vida digna del olvido, en la que el maltrato a su pareja y su consiguiente expulsión de las Fuerzas Aéreas fueron los hitos más destacables, Devin Patrick Kelley entró el domingo en la historia negra de EEUU al perpetrar el quinto peor tiroteo masivo en los anales del país.
A sus 26 años, este tejano estaba casado con la madre de sus dos hijos, Danielle Kelley, quien en su página de Instagram aún hace gala de ser la esposa de su “mejor amigo”. Danielle impartió en la iglesia del ataque clases a niños pequeños, a los que les hablaba de Dios.
Años antes de conocer a Danielle, en abril de 2011, Devin contrajo matrimonio con Tessa K. Kelley, con quien tuvo un hijo. Sin embargo, este primer matrimonio apenas duró unos meses debido a los malos tratos sufridos tanto por ella como por su hijo, según denunció Tessa en 2012. l

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