El ministro francés de Economía justifica su salida del Gobierno por la política de austeridad

El ministro francés de Economía justifica su salida del Gobierno por la política de austeridad
TOU17. Toulon (France), 15/08/2014.- French President Francois Hollande (R) and French Prime Minister Manuel Valls (L) attend the ceremonies marking the 70th anniversary of the 'Operation Dragoon' landings in Provence on the French aircraft carrier 'Charl

Arnaud Montebourg, hasta ahora ministro de Economía e Industria, ha ejercido durante más de dos años como “electrón libre” en el Gobierno de Francia, oponiéndose abiertamente a decisiones económicas del Ejecutivo y reclamando un cambio de política de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo.
Hasta que sus últimas críticas a la “austeridad” del Ejecutivo que pilota Manuel Valls, bajo la presidencia de François Hollande, han colmado el vaso de la paciencia del primer ministro y del jefe del Estado.
Valls anunciará hoy un nuevo Gobierno, en el que no estará Montebourg, que ayer tomó por última vez la palabra desde el Ministerio de Economía para reiterar que “si no hay ninguna corrección, habrá más parados” y anunciar que abandona el equipo socialista que lleva las riendas del país.
“En toda comunidad humana es natural que haya desacuerdos. En toda democracia es normal que haya debate”, dijo Montebourg (Clamecy, 1962), que con su indisciplina federa a los diputados del ala más a la izquierda del Partido Socialista, muy críticos con el golpe de timón de Hollande para recuperar competitividad con una rebaja de cotizaciones a las empresas y recortes en servicios sociales.
Montebourg, licenciado en Derecho y en Políticas, hispanohablante y padre de dos hijos, ha sido además la voz más clara del Ejecutivo galo contra la austeridad promulgada por la Comisión Europea y contra la política monetaria del Banco Central Europeo, que según su análisis ha propiciado un euro muy caro que dificulta las exportaciones.
Tercero en las elecciones primarias de su partido para designar al candidato a las presidenciales de 2012, por detrás del victorioso Hollande y de Martine Aubry, entró en mayo de ese año como ministro de Industria en el Ejecutivo, que pilotaba entonces Jean-Marc Ayrault.
Adalid de un “patriotismo industrial” que ha quedado simbolizado con su impulso al concepto de Made in France, mantuvo una tensa relación con Ayrault, un político poco dado a las salidas de tono de su ministro.
Ya entonces rozó la salida del Gobierno, pero su discurso de izquierda antiglobalizadora y de patriotismo económico le convertían en un contrapeso al progresivo viraje de Hollande hacia una política económica próxima a los postulados de Bruselas.
Reaccionó ferozmente contra algunos grandes industriales que cerraban fábricas en Francia, como la siderúrgica Arcelor Mittal o el grupo Titan, que producía neumáticos Goodyear.

El ministro francés de Economía justifica su salida del Gobierno por la política de austeridad

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