España sigue recibiendo refugiados por la guerra de Ucrania, en concreto, unos 1.000 a la semana, según ha explicado este miércoles el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en una rueda de prensa en la que ha hecho balance sobre la gestión de la acogida a refugiados ucranianos en el país.
A su juicio, España ha sido “especialmente solidaria” en esta causa ya que, según ha apuntado, es el quinto país de la UE que más refugiados ha acogido, teniendo en cuenta la población, el territorio y la lejanía de España con respecto a otros países del entorno.
En cifras, Escrivá ha destacado que son unos 168.000 los ucranianos recibidos en el país en este último años, de los cuales 82.000 han acudido a los ayuntamientos a empadronarse y unos 78.000 tienen su tarjeta sanitaria. Además, 18.000 se encuentran integrados en el sistema de acogida, 14.000 están afiliados a la Seguridad Social y 36.000 niños están escolarizados en el país.
De estos casi 170.000 refugiados, la mayoría llegaron en los dos primeros meses tras el inicio de la guerra. En los meses de marzo y abril, según ha señalado Escrivá, los centros de acogida españoles registraban hasta 8.000 llegadas semanales. Esta cifra cayó hasta la mitad, unas 4.000 personas semanales, en los meses de mayo, junio y julio, y tras el verano y hasta ahora, según ha apuntado el ministro, se ha mantenido un goteo de registros de unas 1.000 personas semanales.
En centro como el CREADE de Pozuelo (Madrid), en donde se ha celebrado la rueda de prensa, han explicado que al inicio de esta crisis humanitaria se registraban hasta 600 citas semanales para otorgar la protección internacional a los refugiados, mientras que en la actualidad suelen estar en torno a las 20.
Escrivá ha señalado que esta tendencia se mantiene a pesar de que se había previsto un aumento de las llegadas con la temporada invernal, a partir de noviembre. Estas expectativas se debían a “la crudeza del invierno” en Ucrania y al hecho de que el país “sigue estando castigado” por las acciones bélicas de Rusia, según ha indicado Escrivá. Sin embargo, y como ha señalado el ministro, “con el invierno ya bastante avanzado” no se ha registrado un aumento de llegadas con respecto a meses anteriores.
La comunidad de refugiados que se ha registrado este último año en España está formada en un 31% de niños y, en el caso de los adultos, un 76% son mujeres. La medida de edad de los 168.000 que han llegado es de 31 años. Además, un 30% de ellos, se ha instalado en la zona de Levante, Valencia y Alicante sobre todo, según ha apuntado el ministro. En Cataluña está un 25% y en Madrid un 15%.
En este proceso de acogida, además, se ha mantenido una “disponibilidad absoluta” hacia las personas con “especial vulnerabilidad”, de forma que se ha atendido a 66 niños ucranianos y 15 adultos que debían recibir tratamiento médico, la mayoría oncológico; se acogió a 461 niños procedentes de orfanatos, 93 de ellos con discapacidad y también a un centenar de heridos en combate.
En cuanto a la orientación sociolaboral, Escrivá ha destacado los 14.000 que están dados de alta en la seguridad social y ha apuntado que hay una parte e los refugiados que no han dejado su trabajo en Ucrania, ya que por circunstancias pueden seguir ejerciendo remotamente.
Del mismo modo, el ministro ha explicado que, tras una encuesta realizada entre los ucranianos en España, se ha determinado que, en un 56% el principal limitante para conseguir trabajo en el país es que tienen un sentimiento de temporalidad. Es decir, que desean volver en cuanto puedan a su país y ven esta situación como transitoria. Además, un 55% ven también como una limitación el idioma. Según ha explicado Escrivá, casi ningún refugiado acogida conocía el idioma español.
En su intervención, el ministro ha puesto en valor la labor de coordinación realizada ante esta crisis, tanto dentro del propio Gobierno, como entre las administraciones autonómicas y locales, como con la sociedad civil y las empresas privadas que, a su juicio, ha permitido “hacer un ejercicio muy exitoso”. A su juicio, esta situación tan “dramática” ha servido “para constatar en qué medida es importante empujar para tener una capacidad”.
“Acoger a 168.000 personas en un país con la población de España en un periodo de tiempo tan limitado solo posible con la actuación horizontal de la sociedad en todos ámbitos”, ha insistido.
Y, en este sentido, ha reconocido que España debe “reforzar su sistema de acogida estatal” y “seguir avanzando en el número de centros de acogida”. De hecho, ha explicado que “se están poniendo en marcha, construyendo o iniciando licitaciones para ello” centros en distintos puntos del país “para reforzar la red Estatal de centros” a través de los fondos europeos.
El titular de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones también ha señalado la importancia de los CREADE en este sistema y ha indicado que se está trabajando para que se mantengan “vivos”.
De hecho, de los 168.000 ucranianos que han llegado desde hace un año al país, 135.000 han sido atendidos en uno de estos cuatro centros creados en Madrid, Barcelona, Alicante y Málaga, siendo el de la Ciudad Condal el más importante en este sentido: más de 51.000 refugiados pasaron por sus instalaciones.
Sobre la futura vida de estos centros, el ministro ha explicado que está trabajando con el Comité Olímpico Internacional (COI) y su homólogo español (COE), así como con ACNUR para acoger a refugiados que vayan a desarrollar actividades deportivas de forma singular. Además, se trabaja para que el de Málaga sea un centro de reasentamiento a otros países de la UE.
El objetivo, tal y como ha señalado, es que los CREADE “sigan vivos y sirvan como mecanismo de gestión para eventuales crisis en el futuro”.
Del mismo modo, Escrivá ha destacado la labor realizada con la Fundación La Caixa con la que se inició un proceso de acogida familiar para refugiados ucranianos en cuatro provincias --Madrid, Barcelona, Málaga y Murcia-- que ha permitido la convivencia de hasta 275 familias ucranianas con otras españolas. En la actualidad aún hay 140 conviviendo.
Preguntado por las denuncias que se han producido por parte de ONG que señalan que hay autonomías en las que no se están dando las ayudas directas que se han aprobado para las familias ucranianas, Escrivá ha pedido paciencia. Aunque ha reconocido que si esta gestión se hubiera hecho a nivel estatal, el ritmo de las ayudas hubiera sido “más rápido”, ha apuntado que las CCAA pidieron que se les adjudicara esta tarea y se comprometieron a hacerlo.
A su juicio, los retrasos no se producen en todas las autonomías y esta situación depende de que existen distintos patrones de gestión. Desde el Ministerio señalan que hay regiones que ya tienen implantadas ayudas en este sentido y otras que tienen que desarrollar un nuevo modelo, lo que les lleva más tiempo. Tampoco es igual, recuerdan desde Inclusión, el volumen de refugiados que debe atender cada autonomía.