Cuba prepara la despedida de Fidel Castro entre el duelo de unos y el alivio de otros

Cuba prepara 
la despedida de Fidel Castro entre el duelo de unos 
y el alivio de otros

El protocolo del funeral por el líder cubano Fidel Castro comenzó en la jornada de ayer en el Memorial José Martí, en La Habana, donde hubo colas de más de tres horas para acceder a dar al último adiós al comandante. Con motivo del fallecimiento de Castro, las autoridades han pospuesto durante un mes los actos y desfiles militares, como el del 2 de diciembre, que conmemora el 60 aniversario de los expedicionarios del yate “Granma” en Cuba y que marcaron el inicio de la Revolución del país caribeño.
Además, cesan las actividades y espectáculos públicos, la enseña nacional ondeará a media asta y la radio y televisión mantendrán una programación “informativa, patriótica e histórica”, según un comunicado del Consejo de Estado. En la Plaza de la Revolución los cubanos han ido accediendo al memorial donde se puede ver una corona de flores con una foto de Fidel Castro con un rifle colgado al hombro, custodiado por militares vestidos con uniformes de gala.
Entre los ciudadanos que esperaban su turno existía gran variedad de edades, profesiones y orígenes: muchos trabajadores de centros de trabajo, escolares con sus uniformes y familias con sus hijos formaban una fila en la que reinaba el silencio que solo se rompía por gritos de “Viva Fidel”. La primera jornada trascurrió bajo un fuerte sol, algo que provocó el desmayo de algunos asistentes, que tuvieron que ser atendidos por las autoridades sanitarias preparadas para la ocasión. La mayoría aseguró sentirse con “la obligación” de despedirse del comandante por la obra que consideran que ha llevado a cabo para el pueblo de Cuba. El acto en el Memorial José Martí supone el pistoletazo de salida de una semana de duelo en Cuba por la muerte el viernes, a los 90 años de edad, del hombre que lideró la Revolución en la isla y que la gobernó durante casi 50 años.
Por expreso deseo suyo, según anunció su hermano y presidente, Raúl Castro, sus restos fueron incinerados y sus cenizas serán enterradas el próximo domingo en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, donde comenzó precisamente la Revolución y donde están enterrados sus “héroes”.
Antes de ello, están previstos actos de homenaje en un total de 1.060 locales en distintos puntos de la isla, donde aquellos que lo deseen podrán firmar un juramento de fidelidad al “concepto de Revolución” que expresó Fidel en el año 2000.
Además, la Plaza de la Revolución será escenario hoy del acto oficial en memoria del histórico dirigente, al que se espera la presencia de numerosos dignatarios, entre ellos el rey emérito Juan Carlos.
Mientras, las reacciones siguen llegado de todas partes. La Comisión Europea defendió ayer la declaración oficial de su presidente, Jean-Claude Juncker, sobre el fallecimiento de Fidel Castro, y señaló que optó por un enfoque “equilibrado” y también por una perspectiva “histórica y global” sobre su figura política y no por una visión “estrecha” de la realidad.
“No fue un héroe, fue un héroe para muchos. Es justo que cuando vas a este territorio lo hagas desde una perspectiva histórica y global, no una visión estrecha de la realidad”, expresó el portavoz del Ejecutivo comunitario Margaritis Schinas, después de que haya sido criticado que el mensaje de condolencias asegurase que Castro fue “un héroe para muchos”. Por su parte, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, salió al paso de las críticas contra él por describir al fallecido líder de la revolución cubana, Fidel Castro, como un “destacado líder”.
Trudeau respondió “sí” tras ser preguntado si Castro fue un dictador, si bien insistió en que “el hecho es que Fidel Castro tuvo un impacto profundo impacto y duradero en el pueblo cubano”.
Por otro lado, la cantante Gloria Estefan publicó un mensaje en Facebook en el que expresa que “aunque la muerte de un ser humano es raramente causa para celebrar, es la muerte simbólica de las ideologías destructivas que el patrocinó” lo que, en su opinión, “están llenando al exilio cubano de esperanza renovada y un alivio que ha tardado mucho en llegar”.
“Y aunque el agarre del régimen Castrista no se aflojará de un día para otro, el deceso de un líder que supervisó el aniquilamiento de aquellos con puntos de vistas opuestos al suyo, el encarcelamiento de inocentes, la separación de familias, la censura de la libertad de expresión, el esparcimiento de terrorismo sancionado por su gobierno y la destrucción económica de un país exitoso que prosperaba, solo puede llevar a cambios positivos para el pueblo cubano y el mundo”, plantea.

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