Cuatro cooperantes españoles deciden seguir en los campamentos de Tinduf

Cuatro cooperantes españoles deciden seguir en los campamentos de Tinduf

Cuatro cooperantes españoles han decidido permanecer en los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia) para seguir trabajando en proyectos humanitarios, pese a que el Ministerio de Asuntos Exteriores mantiene su advertencia sobre la inseguridad en la zona.

Los dos miembros de Médicos del Mundo y el de la ONG vasca Mundubat que han optado por quedarse llegaron a los campamentos el pasado miércoles, junto con más de una veintena de activistas prosaharauis españoles que esta noche emprendieron el viaje de vuelta a Madrid tras reafirmar su compromiso con los refugiados.

Estos tres cooperantes se unen a José Oropesa, el único voluntario que decidió seguir en Tinduf tras declinar la posibilidad de ser repatriado con el resto cuando el Gobierno español recomendó esta medida el pasado 28 de julio.

El Ministerio de Asuntos Exteriores llevó a cabo la evacuación al disponer de información fiable de que iba a haber un secuestro inminente de alguno de los voluntarios españoles por parte de grupos terroristas que operan en el norte de Mali.

Los miembros de Médicos del Mundo y el de Mundubat se alojan en en un pabellón en Rabuni, en el campamento que dista 25 kilómetros de Tinduf.

En este centro fueron secuestrados Enric Gonyalons, Ainhoa Fernández de Rincón y la italia Rossella Urru el pasado mes de octubre.

A partir de este suceso, el Frente Polisario redobló las medidas de seguridad del complejo, así como de los desplazamientos de los cooperantes para evitar nuevas acciones de los terroristas.

El Ejecutivo español insiste en que es peligroso quedarse en la zona y que lo conveniente sería preparar un plan de protección con las ONG para propiciar el regreso escalonado a los campamentos.

Albert Sterm, en declaraciones a Efe, aseguró que él y su compañera de Médicos del Mundo continuarán su labor en Tinduf por "responsabilidad, coherencia y compromiso con el pueblo saharaui".

"No tendría sentido que ahora que la población necesita más que nunca del apoyo de las ONG nos marchásemos todas de golpe", aseguró Sterm, uno de los repatriados a final de julio.

"Sabemos lo que hacemos. Pese a que la situación no es de absoluta tranquilidad, la seguridad de nuestras operaciones se puede manejar siguiendo las normas que tenemos", añadió.

A su juicio, la evacuación dispuesta por el Gobierno español fue un "golpe anímico muy fuerte" para los refugiados. "Se han sentido abandonados en medio del desierto", afirmó.

Jesús Martínez, quien también regresó a España por el aviso de Exteriores, discrepó de la medida que se adoptó entonces.

"Es un acto de justicia seguir dando apoyo a la población", defendió Martínez, el delegado de Mundubat, ONG a la que pertenece Gonyalons.

Oropesa, integrante de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (Afapredesa), convino en que no siente temor por un secuestro. "El riesgo existe, pero la protección se ha redoblado", apuntó.

La delegación del movimiento prosaharaui, integrado por representantes de casi todas las Comunidades Autónomas, voló esta noche desde Tinduf a Argel, donde van a tomar otro vuelo comercial para llegar a Madrid al mediodía de hoy.

Su estancia en la zona se cerró con una visita a las instalaciones de la televisión saharaui y una cena ofrecida por el líder del Polisario, Mohamed Abdelaziz, quien les agradeció la visita y la solidaridad mostrada con su pueblo.

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