Las acusaciones de prevaricación terminan con la ‘mano derecha’ de Costa

Las acusaciones de prevaricación terminan con  la ‘mano derecha’ de Costa

La acusación por un presunto delito de prevaricación contra el secretario de Estado adjunto del Gobierno luso, Miguel Alves, ‘mano derecha’ del primer ministro Antonio Costa, precipitaron su caída tras una semana de polémica que provocó incluso divisiones entre las filas socialistas. Alves “entendió que, habiendo una acusación, había una nueva situación procesal y que no tenía condiciones para continuar como miembro del Gobierno. Acepté su dimisión”, dijo ayer Costa.


La caída de Alves supone un revés para el primer ministro, que durante días se resistió a la presión de la oposición y de una parte de su propio partido para prescindir de uno de sus ministros “estrella”. “Vivimos en un Estado de Derecho en el que felizmente nadie está por encima de ley”, agregó Costa en declaraciones a los medios locales.

 

Un cargo efímero


Alves llegó al Gobierno hace apenas dos meses con el objetivo de mejorar la coordinación interna entres los ministros y la comunicación del Gobierno. Pocas semanas después, sin embargo, su imagen empezó a empañarse por las denuncias aparecidas en medios lusos sobre supuestas irregularidades durante su gestión como alcalde en la localidad de Caminha (norte).

Las acusaciones de prevaricación terminan con la ‘mano derecha’ de Costa

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