Un derrumbe en el Santiago Apóstol deja a los usuarios sin gas y sin agua

Un derrumbe en el Santiago Apóstol deja a los usuarios sin gas y sin agua
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El desplome parcial de la rampa de acceso al Centro de Atención a Personas con Discapacidad (CAPD), el antiguo Santiago Apóstol, y al centro María Mariño provocó ayer el corte de los suministros de agua y gas afectando a unos 150 usuarios así como a todo el personal de las dos instalaciones de educación especial. Al cierre de esta edición todavía no se habían solucionado los cortes por lo que, atendiendo a las necesidades especiales de los beneficiarios, la Xunta decidió decretar la suspensión de las actividades lectivas como mínimo hasta el jueves mientras construye un acceso provisional al complejo.
A media mañana de ayer cedió la rampa de entrada al CAPD A Coruña (dependiente de la Consellería de Traballo e Benestar) y al María Mariño (que es responsabilidad de la Consellería Cultura, Educación e Ordenación Universitaria) dejando a los usuarios en unas lamentables condiciones de salubridad al producirse.
El suceso se produjo poco después de que accedieran al recinto los autobuses que transportaban a los alumnos y, según aseguraron desde FSP-UGT, fue una casualidad que no hubiese que lamentar ningún daño personal de forma directa.
Sin embargo, el sindicato recordó que no fue posible mantener “a hixiene dos residentes que son persoas cunha discapacidade intelectual gravemente afectados, moitos deles sin control de esfínteres, polo que deben usar cueiros e ser aseados continuamente”.
“Antes de la rotura en la cocina habían preparado algo de caldo y comieron eso y un sandwich frío”, denunció Susana Lebón, trabajadora del antiguo Santiago Apóstol que a su vez es representante del comité de empresa y de la federación de la UGT.

con una epidemia
Su turno comenzó a primera hora de la tarde y allí se encontró “los baños hechos un asco”. “Además hay una epidemia de gastroenteritis y tuvimos que atender a gente vomitando o que se había hecho sus necesidades por encima sin contar con agua”, comentó Lebón, sobre la difícil situación en la que se ha dejado a usuarios y cuidadores.
Es más, organizar la salida de las personas que acuden al centro de día y al María Mariño fue “un caos porque los autobuses no pudieron entrar y el derrumbe se produjo justo en la zona de paso peatonal de la rampa”.
Ante la desorganización total que reinó en la primera jornada sin servicios, Benestar y Educación optaron por suspender temporalmente las actividades en el centro de día así como las clases del María Mariño. Los únicos que permanecerán en el complejo son los 85 usuarios de atención residencial, que según la Xunta “poderán permanecer no centro con total normalidade”.
No obstante al cierre de esta edición se desconocía si contarían con agua y gas mientras se realicen las reparaciones. Eso sí, los dos departamentos del Gobierno gallego colaborarán con el Ayuntamiento para crear un acceso provisional. La administración local ha cedido la parcela colindante al recinto, que es de su titularidad, para habilitar una entrada. Los escombros se retirarán de forma inmediata y los trabajos durarán “un par de días”.
El Ejecutivo gallego informó de que, en paralelo, “se levarán a cabo as obras para levantar o muro caído e realizarase una actuación definitiva”.

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