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viernes | 19 abril | 2024
La Consellería de Sanidade detectó durante la Semana Santa un total de 558 establecimientos de restauración con incumplimientos, de los que el 33% estaban relacionados con las condiciones higiénico-sanitarias descubiertas en los locales.
El departamento de la Xunta informó ayer de que, de cara al verano, reforzará las actividades comunes de control oficial en los establecimientos de restauración colectiva, tal y como ya hizo en la pasada Semana Santa. El motivo de esta campaña es verificar que estos establecimientos cumplen con la normativa vigente y garantizar a los ciudadanos el servicio “más seguro posible”.
Durante la campaña de Semana Santa, se revisaron 3.128 establecimientos, de los que 1.303 fueron de restauración colectiva sin comedor, 1.419 de restauración colectiva con comedor independiente y 406 de restauración de carácter social.
En el transcurso de esta revisión, Sanidade detectó que cerca de 2.000 establecimientos censados habían dado de baja su actividad. Concretamente 1.907 de los 21.849 que estaban dados de alta en el censo a 1 de enero de 2017.Los establecimientos inspeccionados fueron un total de 1.221, 370 de restauración colectiva sin comedor, 776 de restauración colectiva con comedor independiente y 75 de restauración social.
Casi 400 con comedor
De ellos, 663 cumplían los requisitos, repartidos en un total de 214 locales de restauración colectiva sin comedor, 382 de restauración colectiva con comedor independiente y 67 de restauración social. Con incumplimientos se detectaron 558: 156 de restauración colectiva sin comedor, 394 de restauración colectiva con comedor independiente y ocho de restauración social.
Las medidas tomadas incluían 457 requerimientos para enmendar las no conformidades; 25 suspensiones cautelares de la actividad; 18 inmobilizaciones de producto y 23 expedientes sancionadores. Los incumplimientos más frecuentes fueron los referidos a las condiciones higiénico sanitarias de los establecimientos (33%); al censado incorrecto en el Regasa (31%); a la trazabilidad del producto (14%); a la información proporcionada al consumidor, principalmente sobre alérgenos (9%); y a la utilización de envases rellenables de aceite (8%).
