La RAG expresa su preocupación por el “retroceso” en el uso del gallego durante los últimos años

El presidente de la Real Academia Galega (RAG), Xesús Alonso Montero, calificó ayer de “preocupante” el “retroceso” en el “uso” del gallego, durante la lectura de una declaración institucional que se hizo pública a la vista de los últimos datos sobre el uso de esta lengua.
El documento, titulado “O galego dá vida, pola vida do galego” , responde al “preocupante retroceso” del gallego “en los últimos años, especialmente entre las nuevas generaciones, agravando una tendencia histórica que puede conducirlo a la decadencia”, apuntó.
Reconoce “la alarma que estos datos provocaron en amplios sectores de la sociedad”, lo que obligó a la institución a formar una comisión con el presidente y el secretario, Henrique Monteagudo, así como con otros seis académicos, que leyeron en la sede de la institución un decálogo sobre sus demandas.
Todos los académicos participantes, salvo Xesús Ferro Ruibal por enfermedad, leyeron los puntos del citado decálogo comenzado por Fina Casalderrey y un recuerdo al papel que debe desempeñar el Parlamento de Galicia, que en 2004 aprobó por unanimidad un Plan Xeral de Normalización da Lingua Galega que requiere de una “plena y eficaz implementación”.
En este sentido, la RAG sostiene que “el sistema educativo es una pieza clave para garantizar el porvenir del gallego” y que los cambios legales puestos en marcha no solo tuvieron resultados “insatisfactorios” sino que han supuesto un “retroceso evidente”, por lo que han vuelto a reclamar la derogación del decreto del plurilingüismo.
Margarita Ledo explicó que la “infancia y juventud constituyen sectores prioritarios” de transmisión y por eso “es imprescindible dar facilidades a los niños y jóvenes para el uso del gallego”.
Henrique Monteagudo apeló al papel de los medios de comunicación y a la apuesta por el uso del idioma en el “ámbito empresarial, sindical, comercial, profesional y publicitario”.
Los puntos séptimo y octavo fueron leídos por Xosé Luis Regueira, que recordó que las “instituciones públicas deben garantizar que los ciudadanos puedan ser atendidos en gallego”.
Manuel Rivas destacó el hecho de que “las instituciones culturales tienen una responsabilidad específica” de que no se pierda el idioma, al que deben dar prestigio y difundir, pues es un “bien público” y “un universo”, que “pertenece a lo mejor de la humanidad”.
En ese sentido, la RAG “se compromete a cumplir sus funciones con la mayor diligencia y ofrece su colaboración al Gobierno gallego y a cualquier otra instancia que se lo solicite”.
El décimo punto lo leyó Andrés Torres Queiruga, a quien tocó recordar que “corresponde a la Xunta tomar la iniciativa y liderar el esfuerzo social para seguir avanzando”.