Las profesoras de Asunta hablan de diversos episodios de sedación

La séptima sesión del juicio que se celebra en Santiago por la muerte de Asunta Basterra, asesinada el 21 de septiembre de 2013 y abandonada en una pista forestal, se centró en diferentes episodios de sedación, “descoordinación” y cambios en la personalidad de la menor que sufrió en el mes de julio de 2013, así como en los “polvos blancos” que, según ella misma dijo a una profesora, le dio su madre y la habían hecho dormir dos días.
En la jornada de ayer estaban llamados a declarar como testigos cinco docentes que presenciaron dos incidentes distintos, así como una profesora de ballet que también ha hablado de cambios en el comportamiento de Asunta durante sus clases.
En primer lugar han declarado la directora de un curso de música al que Asunta asistió en los primeros días de julio de 2013, así como la profesora de violín del mismo, que contaron como el día 9 la niña acudió al centro con síntomas de somnolencia y descoordinación.
“Mi sensación fue como de que estaba sonámbula”, definió la directora del curso la actuación de la niña, que no pudo participar en su clase de orquesta ya que presentaba una gran “descoordinación”.
En la misma línea, la profesora de violín indicó que Asunta estaba “bastante somnolienta” ese día, que “no atendía a las indicaciones” y que presentaba una importante “falta de coordinación”, aunque era capaz de caminar por si sola.
A continuación declaró la directora y una profesora de la Escuela Play, a donde acudía Asunta y en la que, confirmó ante el tribunal, la niña contó que su madre le había dado unos “polvos blancos” que la habían hecho dormir durante días.
La profesora de violín  explicó que, según le comentó un compañero, el padre dejó a Asunta en la escuela advirtiendo que el día anterior no había podido ir por un episodio de alergia. Sin embargo, al entrar en la clase y preguntarle a la niña, esta le espetó: “Yo no tuve alergia, no se lo que me están dando y nadie me quiere decir la verdad”.
Extrañada por su respuesta, la mujer continuó preguntándole, ante lo que Asunta le relató que le habían dado “unos polvos blancos” que “sabían fatal” y que la habían llevado a dormir durante “dos días”.
La profesora ha destacado que se alarmó ante estas declaraciones porque la víctima era “muy reservada” y porque al iniciar la clase “comenzó a fallar” en un ejercicio de calentamiento muy conocido. “Vi que se tambaleaba y le dije: “¿No te quieres sentar?”, y ella me dijo “Si, como alguien no me coja, me voy a caer”, ha narrado la testigo.
En la sesión de ayer también declaró la directora de esta escuela, que presenció el episodio y pudo observar que Asunta estaba “adormilada” y con una actitud irritada y alterada, no habitual en ella.
La mujer declaró que la niña le relató que había tomado unos “polvos blancos” que le había recetado “una amiga médica de su madre” y que se los había dado “en el portal de su casa”.