Un fuego iniciado en una parroquia de Ourense amenaza varias viviendas

La Consellería do Medio Rural e do Mar declaró a las 17.45 horas de ayer, como medida preventiva, la “Situación 2” en el incendio forestal activo en el ayuntamiento de Ourense, parroquia de Palmés, que amenazaba varias casas después de afectar a unas 40 hectáreas.
 Un agente forestal y un peón que realizaban labores de extinción en el incendio fueron trasladados a centros hospitalarios por posible intoxicación por humo.
Según fuentes de Medio Rural, que se desplazaron al incendio, se trata de un peón de la brigada helitransportada de Silleda y un agente forestal.
En el primer caso, el hombre se encuentra “en observación” en el complejo hospitalario ourensano. Por su parte, el agente forestal fue trasladado a un centro médico de la ciudad y se encuentra a la espera de los resultados. En ambos casos, “evolucionan favorablemente”.
En lo que respecta al incendio, el secretario xeral de Montes, Tomás Fernández-Couto, quien se desplazó a la zona, resaltó las “complicadas” tareas de extinción por los continuos “cambios de viento”, lo que obligó a reorganizar el operativo.
“Hay flancos con puntos intermitentes de fuego”, explicó el secretario, durante un recorrido por la zona, acompañado por el delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez y el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez.
Una vez allí, detalló que actualmente el dispositivo está trabajando para “controlar la cabeza” del incendio, una labor que ha requerido la presencia de numerosos medios aéreos que “están concentrando esfuerzos” para controlar el fuego.
Además de los efectivos terrestres, en las labores de extinción participaron “once aviones y siete helicópteros”, a los que se incorporó un avión anfibio.
Vecinos de las zonas afectadas, en Palmés, A Saceda y Naves, explicaron que el fuego se propagó “rapidísimo, en cinco o seis puntos” y rodeó casas.
Asimismo, lamentaron que no les dejan participar en las labores de extinción a pesar de que está próximo a sus viviendas.
Un vecino detalló que le ardieron “las cepas y las abejas” que tenía en su propiedad.
El incendio, que comenzó hasta en cinco puntos diferentes, rodeó viviendas, afectó a una granja y obligó a evacuar a dos efectivos.
La columna, de grandes dimensiones, podía verse desde distintos puntos de la capital ourensana, situada a unos 12 kilómetros de distancia, mientras la zona permanecía afectada por el denso humo.
Además de este incendio, continúan activos otros dos fuegos en Oímbra y en Vilardevós.