Feijóo reivindica su balance de cien días y lo contrapone a la política “inútil” de las mareas

Feijóo reivindica su balance de cien días y lo contrapone a la política “inútil” de las mareas
Feijóo hace balance de lo realizado por su Gobierno en los primeros cien días Xoan Crespo

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, hizo un balance positivo de los cien primeros días de su tercer mandato en Galicia, con el compromiso de “mejorar” el proyecto de país que inició en 2009 sin cambios “radicales”, en los que “no” cree. Para ello, puso deberes a sus conselleiros y altos cargos, a los que pidió “no confundir la confianza de los gallegos con un cheque en blanco hasta 2020”.

“Nadie nos regaló nada y queda mucho por hacer. Os convoco para gestionar la confianza de los gallegos hasta el año 2020”, proclamó el presidente de la Xunta, quien hizo un balance genérico ante los miembros de su Gobierno. Ante ellos, defendió la continuidad en la gestión con la política “útil” como bandera y no la “inútil” de quienes prometían “revoluciones totales e implantaron la parálisis total”, en alusión a las mareas.

repaso al trabajo hecho
En el acto, con intervenciones también de todos los conselleiros para repasar las medidas de sus respectivos departamentos, Feijóo, quien abrió y cerró el encuentro, aprovechó para hacer un llamamiento a no confiarse porque el pueblo gallego es “inteligente” y su evaluación, advirtió el responsable del Ejecutivo, no cesa.

Feijóo también pidió a los suyos que no perdiesen “el espíritu de trabajo y superación constante”, que considera el “combustible” fundamental para ser alto cargo, y que “jamás” duden en “reivindicar” el modelo de sociedad y de país en el que “creen y trabajan: la Galicia próspera, justa, tranquila y para todos, sin exclusiones”.

vivir de rentas
En el Día de Rosalía, citó unos versos de su poema “Non che digo nada... Pero ¡vaia!”, antes de remarcar que en cien días de este nuevo mandato los miembros de su equipo han demostrado que “vivir de rentas” no está en su “AND” y apeló a “seguir demostrando cada día que los gallegos acertaron hace cinco meses”.

El líder del PPdeG subrayó que el de que hizo ayer era un balance que “se conjuga en futuuro, no en pasado” ya que no se miran “con complacencia” las 150 decisiones adoptadas en los primeros cien días, sino que todos los cargos de la Xunta se reúnen “con la ambición de los 1.300 días” que quedan. “La Galicia que abandonaremos en 2020 tiene que ser la Galicia preparada para 2020 y 2030, y para ello hay que llegar con los deberes hechos”, sentenció el presidente del PPdeG.

A los ciudadanos y con las mareas en el punto de mira, les envió también un mensaje claro de que el suyo no es un Gobierno rupturista, por lo que su objetivo es “mejorar” el proyecto de país iniciado en 2009, pero en la misma línea de acción.

Y es que, a su juicio, “cambiar lo que se puede mejorar es una demostración de inteligencia”, mientras que “cambiarlo todo es una demostración de inconsistencia”.

tuits incendiarios
En una época política en la que cobran más protagonismo los “tuits incendiarios” que las “reformas sensatas”, reflexionó en que es “casi una rareza” que un Gobierno siga las líneas de anteriores legislaturas. Pero él incidió en que así lo hará la Xunta, porque es lo que pidieron los gallegos el 25-S.

De hecho, advirtió que los integrantes de su Ejecutivo no tienen “por bandera la política inútil, sino la útil, la que procura hablar menos y hacer más”. “Nuestro objetivo es lograr una Galicia más social, más estable, más próspera y más sostenible”, ha remarcado Feijóo, quien defendió que la Xunta trabajó “a pleno rendimiento” desde la cita con las urnas.

Feijóo también aludió a la implicación de Galicia en la Conferencia de Presidentes para alcanzar un pacto estatal por la educación, incluir la demanda de que se tenga en cuenta el gasto sanitario en la negociación del nuevo sistema de Financiacióny que se aborde el reto demográfico. En educación, subrayó la apuesta por el “bilingüismo cordial, el plurilingüismo y la Formación Profesional”.

Feijóo reivindica su balance de cien días y lo contrapone a la política “inútil” de las mareas

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