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viernes | 19 abril | 2024
La familia del exbatería del grupo musical Los Piratas Javier Fernández, más conocido como Hal9000, fallecido el pasado miércoles a causa de un disparo efectuado por un agente de la Guardia Civil en acto de servicio, se ha personado como “parte perjudicada” en la causa abierta en los juzgados.
Su viuda, Andrea Montes, visitó ayer sobre las 13.00 horas el Juzgado de Instrucción número 2 de Ponteareas, que dirige el caso, acompañada por su abogado y por Paco Serén, compañero de su difunto esposo en el grupo de rock, ya disuelto, Los Piratas.
La magistrada ha ordenado la apertura de las diligencias judiciales pertinentes tras recibir esta mañana el atestado de la Guardia Civil, informó a Efe el abogado de la familia.
Una vez más, el letrado mostró su “sorpresa” por este retraso “de 72 horas” en la entrega al juzgado de un atestado relativo a una muerte violenta.
Ahora, añadió, analizará de manera exhaustiva el atestado para ayudar a la familia a conocer “la verdad material sobre lo ocurrido”.
Matizó que la familia no se presenta como “acusación particular”, sino como “parte perjudicada” de la muerte del músico a causa de un disparo efectuado por un agente de la Guardia Civil que, según fuentes del instituto armado, acudió a la vivienda de la pareja en la parroquia de Guláns, en Ponteareas, alertada por un presunto caso de violencia machista.
Los allegados a Javier Fernández niegan que se tratase de un episodio de malos tratos y apuntan a un “error” policial, ya que el supuesto agresor en realidad es una persona “enferma” que padecía un trastorno bipolar y cuya medicación había sido retirada a pesar de la familia.
Está previsto que la viuda y posibles testigos de los hechos declaren en dependencias judiciales la semana próxima.
Los restos mortales del músico llegaron a la iglesia de Santa Mariña de Cabral pasadas las 16.45 horas de ayer y fueron recibidos por familiares y amigos, además de un numeroso grupo de alumnos del fallecido.
