Detienen a dos personas en A Coruña y Lugo relacionadas con los Ángeles del Infierno

La Guardia Civil, en el marco de la operación “Triciclo”, detuvo a siete personas (5 en Oviedo, 1 en A Coruña y 1 en Lugo) pertenecientes a una organización criminal vinculada a los Ángeles del Infierno y a dos personas más (1 en Oviedo y 1 en Getxo) por tráfico de drogas.
En la operación se realizaron nueve registros en distintas localidades de Asturias, Cantabria, Galicia y Vizcaya, en las que se intervinieron más de 16 kilogramos de hachís, más de 8 kilogramos de marihuana, 1 arma de fabricación yugoslava, gran cantidad de cartuchos de armas cortas y de armas largas, un táser, armas blancas prohibidas, dos teléfonos móviles, dos vehículos, material para la instalación de una plantación interior de marihuana con capacidad para 1.000 plantas y 34.000 euros.
Los detenidos fueron puestos a disposición del titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Siero (Asturias), quien decretó el ingreso en prisión de tres de ellos, los considerados máximos responsables de la banda. Los otros cuatro fueron puestos en libertad con obligación de comparecer. Se les imputan delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, extorsiones, coacciones, lesiones, tenencia ilícita de armas y hurto.
La operación se inició en julio del pasado año, cuando los agentes tuvieron conocimiento de que un grupo de personas vinculadas al mundo de las motos y pertenecientes al capítulo de Northside del grupo Hells Angels Mc Spain, cuya sede está ubicada en la localidad asturiana de la Felguera de Noreña Siero, podrían estar dedicándose a canalizar el tráfico de drogas en Cantabria, Castilla y León y Madrid.
La investigación determinó que la organización, compuesta por ciudadanos españoles, un venezolano y un rumano, estaba perfectamente estructurada, con unas rígidas normas de comportamiento y desplegaba grandes medidas de seguridad. Unos transportaban la droga entre Vizcaya y Asturias y otros, entre Asturias y Galicia, aunque existía una persona que actuaba de nexo entre ambas ramas.
Los traslados se realizaban en vehículos propiedad de los miembros de la organización cuando se trasladaban a reuniones del club, o coches de alquiler si se trataba de pequeñas partidas. Las entregas se centralizaban en el estudio de tatuajes del “vicepresidente” del capítulo en Oviedo, sirviéndose de un trastero para almacenarlas.