Denuncian la "masificación, comercialización y explotación" en el Camino

Asociaciones de peregrinos de una docena de países y expertos jacobeos aprobaron hoy un manifiesto en el que denuncian la "masificación, comercialización, explotación y banalización del peregrino y el abandono del patrimonio cultural y artístico" en el Camino de Santiago.
El documento fue adoptado en una reunión celebrada en la localidad leonesa de Villafranca del Bierzo y los representantes de asociaciones y los expertos jacobeos piden a la Unesco que el Camino de Santiago sea puesto en la lista del Patrimonio Mundial "en peligro".
Los autores del manifiesto consideran que la aglomeración de personas que recorren ese sendero ha llevado al "deterioro tanto desde el punto de vista artístico y monumental como del incumplimiento de leyes de defensa de protección de itinerarios históricos, paisajísticos, religiosos y culturales".
En un comunicado facilitado a Efe, los representantes y expertos indican que "la invasión turística propiciada por las administraciones está provocando un fuerte impacto negativo en el Camino de Santiago".
En la reunión del denominado II Foro Internacional participan desde el viernes pasado representantes de asociaciones y expertos de Corea del Sur, Japón, Filipinas, Estados Unidos, México, Argentina, Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Portugal y España.
La reunión, organizada por la experta jacobea y profesora italiana Carmen Pugliese, licenciada en Humanidades por la Universidad de Génova y que ha residido en diversos lugares de España por los que discurre el Camino, rinde homenaje a Elías Valiña, párroco de la localidad de O Cebreiro, creador de la distintiva "flecha amarilla" que guía a los peregrinos.
Los participantes en ese foro internacional analizaron además otros temas como "el caos en la señalización, o la dejadez en la hospitalidad tradicional peregrina que caracterizó siempre al Camino".
Asimismo, criticaron la concesión de la conocida como "Compostela", el título que atribuye la Iglesia católica a quienes han efectuado al menos los cien últimos kilómetros hasta la ciudad de Compostela a pie, o doscientos kilómetros en bicicleta o a caballo, porque "da lugar a numerosos incidentes con alteración del ambiente peregrino".
Por ello, solicitan a las autoridades eclesiásticas de la catedral de Santiago que pongan "otra norma en este sentido".