Los críticos consideran que la vía judicial es la “única” para “limpiar” la imagen de la CEP

Las asociaciones críticas con el nuevo presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), Jorge Cebreiros, defendieron ayer su paso por los juzgados para denunciar posibles irregularidades en las elecciones al ver que esta vía es la “única” que puede “limpiar la imagen” de la patronal.
“Creemos que la única vía que para que la CEP siga siendo una entidad autónoma, independiente y con voz propia es limpiar su imagen y parece que eso se va a conseguir solo por la vía de los juzgados”, afirmó el secretario general de la patronal gallega del metal, Asime.
Mallón trasladó la opinión de los opositores que, tal y como habían avanzado, presentaron la semana pasada ante los juzgados de Vigo una solicitud de diligencias preliminares que acompañaron de “cuatro escritos y dos requerimientos notariales”.
Mallón reconoció que la toma de acciones judiciales son “tristes para todos” pero necesarias, habida cuenta de que “algunos”, en referencia al nuevo comité directivo, “no valoran lo suficiente y entendían que esto se podría olvidar a través del desgaste o algunas presiones”.
Recordó además que las peticiones de dimisión que el sector crítico formuló de manera interna “no fueron atendidas” y que estas asociaciones opositoras, entre las que se encuentran Aceca, Atra, Instalectra, Asime o Asetranspo, son “propietarias, accionistas, integrantes de la propia CEP y, la mayoría de ellas, fundadoras con incluso cuarenta años de pertenencia”.
“Lógicamente, parece que la situación se va a arreglar solo a través del juzgado. Es la última vía que queríamos emplear pero se nos abocó”, resumió el secretario general de Asime.
Tras estas palabras, Mallón afirmó que las acciones de los opositores van encaminadas a defender “la esencia” de las organizaciones que, abundó, “deben ser la democracia, la libertad y la transparencia”.
Por ello, abogó por “no dejar pasar por alto” un proceso electoral que “acarreó y se desarrolló con múltiples incidencias, irregularidades e incorrecciones” para conseguir así que las organizaciones estén “por encima de las personas” y que “sigan vivas bajo los principios democráticos de transparencia y coherencia”.
Estos principios, añadió Mallón, no prevalecieron en unos comicios que remataron con urnas que “no hablaron, y si hablaron, hablaron viciadas desde un inicio por cómo se desarrolló todo el proceso, de un modo poco democrático y, sin duda, muy poco ético”.
Ahora, las asociaciones críticas se encuentran a la espera de que el juez ordene la práctica de la prueba para aclarar una situación en la que, según Mallón, “se está debatiendo de manera política y organizacional la independencia, autonomía y voz propia de una Confederación de Empresarios”.