El buque en cuarentena por la muerte de su cocinero reanuda la actividad

El buque de bandera italiana “Granato”, que estaba en cuarentena en el puerto exterior de Ferrol por la muerte de su cocinero, volvió ayer a la normalidad tras dos jornadas de alarma e incertidumbre. El juzgado de instrucción número cinco de Vigo, en funciones de guardia, investiga las causas del fallecimiento del cocinero.  En el interior del barco hay seis tripulantes de nacionalidad india, otros cuatro filipinos, tres italianos y un rumano, que fueron sometidos a un examen médico tras el fallecimiento del cocinero de una enfermedad respiratoria contagiosa.
El dictamen de Sanidad Exterior es que no existen signos clínicos de enfermedad en el resto de los tripulantes, y finalmente el buque volvió ayer a la normalidad y a reanudar sus labores.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia informó de que el juzgado puso el hecho en conocimiento de la autoridad competente por si el fallecimiento fuese provocado por una enfermedad infecciosa y dado que la víctima era el cocinero.
Por el momento se desconoce el motivo de la muerte, y se han enviado muestras al instituto nacional de toxicología para tratar de esclarecer los hechos, y no se ha comunicado al juzgado la existencia de nuevos casos.
El fallecido será traslado a India, su país de origen, mientras continúa la investigación sobre el buque, que está atracado en el puerto exterior de Ferrol tras pasar el fin de semana en la ría de Ares. El pasado viernes la embarcación se encontraba a unas sesenta millas de Vigo cuando su cocinero tuvo que ser evacuado y, tras su fallecimiento, el análisis forense determinó que se trataba de una enfermedad contagiosa.
La embarcación fue puesta entonces en cuarentena y permaneció durante el pasado fin de semana fondeada frente a Ares bajo supervisión de la Guardia Civil, después de que las autoridades portuarias de Ferrol-San Cibrao no le permitiesen el acceso. Ayer por la mañana el buque cisterna fue remolcado hasta el puerto exterior de Ferrol sin que hubiese un contacto físico con los demás tripulantes del “Granato” por precaución.
Tras confirmar la ausencia de cualquier tipo de riesgo, Sanidad Exterior procedió de inmediato a expedir la libre plática que permitirá al buque reanudar su labor de carga y descarga con normalidad. El alcalde de la localidad coruñesa de Ares, Julio Iglesias, pidió “transparencia” tras varios días en que “nadie se puso en contacto con el Ayuntamiento de Ares” para informar de la situación, pese a que el buque permaneció durante todo el fin de semana fondeado bajo vigilancia. 
“Durante tres días nadie fue capaz de dar un mensaje tranquilizador ante la alarma que estaba generando” la presencia del barco en cuarentena, dijo. “No hay riesgo ni peligro para la población”, aseguró el alcalde. 
Criticó en particular la “alarma innecesaria por la falta de transparencia y el oscurantismo” de las autoridades portuarias de Ferrol, que rechazaron que el barco pudiera acceder a sus instalaciones.