El agente que disparó al batería de Los Piratas será juzgado por homicidio imprudente

El agente que disparó al batería de Los Piratas será juzgado 
por homicidio imprudente
Vista del exterior de la casa donde la víctima convivía con su pareja aec

El agente de la Guardia Civil que disparó en agosto de 2015 a Javier Fernández, que fue batería de Los Piratas, será juzgado por homicidio imprudente, según un auto emitido por el Juzgado de Instrucción número 2 de Ponteareas.
Así lo confirmó el abogado de la viuda, Gerardo Gayoso, quien ratificó que la jueza instructora ha impuesto una fianza de 30.000 euros al agente.

archivo de la causa
La acusación particular solicita para el guardia civil cuatro años de prisión y seis de inhabilitación profesional, mientras que Fiscalía pidió el archivo de la causa porque entiende que el procesado actuó en defensa propia.
Ya en septiembre trascendió que la magistrada ve indicios de la comisión de un delito de homicidio por imprudencia grave por parte del agente de la Guardia Civil que el 26 de agosto de 2015 efectuó el disparo que acabó con la vida de la víctima.
Así constaba en el auto de transformación de la causa a procedimiento abreviado, que pone fin a la instrucción. A raíz de ello, la Fiscalía presentó un escrito por el que pidió el sobreseimiento de la causa. Por su parte, las dos acusaciones particulares, que representan a familiares del fallecido, secundaron los indicios de delito.
La muerte de Javier Fernández estuvo rodeada de polémica desde el primer momento, ya que la familia y la Guardia Civil mantienen versiones contradictorias sobre lo ocurrido en la vivienda.
Mientras que el Instituto Armado informó de que la intervención en la vivienda se llevó a cabo por un supuesto delito de violencia de género, la mujer del batería negó en todo momento que fuese víctima de malos tratos, y ante el juzgado ratificó que ese día su marido se comportó de forma violenta porque tenía una crisis derivada de la retirada de la medicación para su enfermedad psiquiátrica.

agresivo
Según la Guardia Civil, el fallecido se comportó de forma muy agresiva y atacó a uno de los agentes que estaba en su domicilio. Ante la persistencia de su actitud, y siempre según esta versión, el otro guardia se vio obligado a realizar un disparo intimidatorio que le alcanzó en el abdomen, causándole la muerte poco después.
Sin embargo, su viuda y sus amigos sostienen que pidieron ayuda porque Javier Fernández tenía un brote psicótico y que en todo momento se advirtió a los agentes y a los sanitarios desplazados a la vivienda que el músico era un enfermo mental. La mujer negó, asimismo, que la hubiera tenido retenida o que hubiera corrido peligro ella o su bebé de pocos meses.

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