Abanca paraliza la subasta del piso de una familia con dos hijas y una nieta

Los desahucios regresaron ayer a la primera plana en Galicia, por el caso de un juicio en Santiago y la situación de una familia viguesa con tres menores a su cargo que solicitó la suspensión de la subasta de su vivienda.
Un Juzgado de Vigo ha paralizado, a instancias de Abanca, la subasta del piso de una familia uruguaya con dos hijas de 10 y 17 años y una nieta recién nacida, cuya hipoteca, firmada en 2007, dejó de pagar por no poder hacer frente a mensualidades de 960 euros.
La subasta estaba prevista para el mediodía de ayer, pero horas antes la entidad presentó en el juzgado, por medio de un procurador, la suspensión de la misma, según confirmó la abogada de oficio de la familia, Begoña Carrera, quien espera que le sea concedida la dación en pago y un alquiler social hasta que acabe el curso escolar.
José Enrique Casanova, transportista de 45 años, y Laura Velázquez, empleada de limpieza de 43 años, están viviendo en Vigo desde hace trece años y en 2007 compraron un piso por 160.000 euros porque entonces tenían recursos.
El padre de familia, aparte de la empresa de transportes para la que trabajaba, tenía otras vías de ingreso, y su esposa, dos sueldos, pero tras el estallido de la crisis él fue despedido, aunque luego lo contrató otra compañía, y ella perdió uno de los trabajos.
“No podemos pagar lo que nos piden, no nos da”, proclamó Laura Velázquez a las puertas de los juzgados donde se iba a celebrar la subasta de su vivienda.
Se quejó de que, “lamentablemente”, hayan tenido que “llegar a esto, a mostrar nuestras caras, a que todo el mundo nos vea”, para que la subasta se haya suspendido, pues recordó que desde que empezaron a verse en apuros económicos pidieron al banco “una negociación”.
Su abogada, Begoña Carrera, confió en que una vez suspendida la subasta, puedan llegar a una “solución viable para la familia” después de siete meses de diálogo infructuoso.
Recalcó que Abanca se ha negado a la dación en pago porque los dos cónyuges tienen ingresos y conjeturó con que haya paralizado la subasta por “la presión mediática y social”.
También ayer, en Compostela, más de un centenar de personas, convocadas por la plataforma Stop Desahucios, se concentraron ante los juzgados de Fontiñas en apoyo a las cuatro personas que se han enfrentado a un juicio de faltas por intentar paralizar un desahucio en Aríns el pasado 19 de septiembre.
Además, Stop Desahucios entregó en el juzgado “casi 300 auto inculpaciones” de personas que se suman a la campaña en apoyo a los detenidos.