Fabien Vehlmann o la importancia de la narración gráfica

Fabien Vehlmann o la importancia de la narración gráfica
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 Ser guionista de cómic no significa ser "un autor menor", como confiesa Fabien Vehlmann, guionista de "Spirou y Fantasio" desde 2010, sino ser el auténtico artífice de que esos dibujos puedan vivir, y hacer vivir a los lectores aventuras como las de esta tira francesa, que tiene 72 años.

"Es como si tuviéramos un papel secundario, sí, pero a la vez somos lo más imprescindible de la obra", cuenta a Efe Vhalmann durante su visita a Madrid, donde la editorial Dibbuks, encargada de publicar en España su trabajo, ha organizado la exposición "Fabien Vehlmann y la narración gráfica" (abierta hasta el 1 de noviembre en el Centro Conde Duque de Madrid).

En este sentido, y al hilo de lo que Dibbuks quiere poner en alza, la narrativa gráfica, el francés (Mont-de-Marsan, Francia, 1972) afirma que no tiene "ningún sentimiento de inferioridad" respecto al dibujante, o aquellos autores que manejan las dos disciplinas; sino todo lo contrario.

"Me siento cómodo al pensar que el guión es una de las cosas esenciales que hay en el cómic. Hay un dicho que dice -relata- que igual que se compra un álbum de un autor novel porque te ha entrado el dibujo, luego compras el siguiente porque te ha gustado el guión. Para mí hay cierta nobleza en esa relación de dependencia con el dibujante (en su caso con Yoann Chivard)".

Firme en su idea de que escribir cómics es participar en un arte capaz de "comunicar grandes ideas", es en su relación con la tira creada por Rob-Vel en 1938 donde ha podido comprobar lo "duro y lo divertido" de continuar las historias del único personaje del cómic franco belga que sigue en activo desde su creación (Tin Tin se creó en 1930, pero se dejó de hacer en 1976).

"Con esta serie lo que ocurre es que hay un grupo de lectores que han crecido con el cómic y cada uno de los álbumes que he hecho (ya van cuatro en Francia) han tenido una acogida distinta por parte del público. A veces los seguidores pueden ser muy benévolos o muy duros", explica.

En este sentido, para el también autor de "Solos" y "Green Manor" (publicados en España por Dibbuks) su intención es "satisfacer" a ambos públicos sin "ponerse presión" y siempre pensando en "divertirse". Sí, esa era su idea, pero "subestimó la presión del público".

Así que, con esta información, el francés se propone en cada historia "enganchar lectores más jóvenes", porque son a los que "echa de menos". Aunque es consciente de que esto implica también una "pérdida" de ese electorado fiel de toda la vida.

Y es que, es este grupo de lectores el que le hace sonreír al recordar las cosas que le piden en los foros de internet donde se debaten las novedades comiqueras. Precisamente, es en estos foros donde "desaconseja" meterse a los españoles Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero, autores de la nueva entrega de "Corto Maltés", como bromea, para que no lo pasen igual que él.

"En el primero que hice, que no era de la serie regular, recibí algunos comentarios diciéndome que me soltara la melena. Con el segundo de la serie regular (La cara oculta de Z, 2011) me pasó al contrario, los seguidores me dijeron que me cortara un poco porque Yoann y yo hicimos que Spirou tuviera un viaje raro", expresa.

Así que ante esta tesitura, el guionista y su dibujante pensaron que como "nunca" iban a satisfacer a todos, tendrían que dejar que todos esos dolientes fans pasaran el "luto", sobre todos a los que aún echan en falta a André Franquin (autor de estas viñetas desde 1949 a la década de los 60).

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