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miércoles | 24 abril | 2024
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, señaló que el 26-J “pagarán en las urnas” quienes “bloquearon” un Gobierno del cambio permitiendo la continuidad de un ejecutivo que representa el “inmovilismo” y de un presidente “perezoso” que no quiere debatir con otros candidatos, en clara alusión a Rajoy.
Sánchez, candidato oficial del PSOE a las nuevas elecciones tras la finalización del plazo de recogida de avales, participó en un acto en Mérida organizado con motivo del Día de la Rosa.
Entre los asistentes, además del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, estuvo también el expresidente Rodríguez Ibarra.
Sánchez proclamó que los socialistas tienen el 26-J “una cita con la historia” e insistió en que Mariano Rajoy y Pablo Iglesias actuaron como una “pareja de hecho” que comparte “un mismo adversario”, en este caso el PSOE, mientras que los socialistas tienen como adversario a “la corrupción, la desigualdad y el desempleo” en España.
El candidato afirmó que entendió el mensaje de las urnas el 20-D, en el sentido de que los ciudadanos pidieron a todos los partidos que abandonarán el “y tú más”, y que esperaban el acuerdo por España. Así, y tras “dar el paso al frente” que le llevó a presentarse a la investidura, señaló que “lo más grave” no fue que no la lograra, sino que hubiera “partidos de izquierdas que hayan bloqueado un presidente socialista”, en referencia a la formación morada de Iglesias.
Con ello, “pararon el reloj del cambio” también para una sanidad pública o para el fin de los aforamientos, que hubiera llevado a la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a ser juzgada ante un tribunal ordinario “como todo hijo de vecino”, dijo Sánchez.
El aspirante pidió la movilización de los socialistas para que digan “sí al cambio” y “no a Rajoy”, y señaló que los cuatro meses de la legislatura sirvieron para saber que el 26-J “va de Pedro o Rajoy, de cambio o continuidad, compromiso o inmovilismo”, reiteró el líder del PSOE.
También señaló que las urnas dijeron a los partidos que la “nueva política es hacer lo que se dice”, y en este sentido puntualizó que ya advirtió que no sería presidente “a cualquier precio, como quería Podemos” al embarcarse en un Gobierno “con quienes quieren romper España”.
Una nueva política que también se traduce en “no vetar”, que es lo que no ha hecho con “ninguna fuerza del cambio”, al tiempo que se mostró “siempre dispuesto a hablar con el PP”, como demuestra que en los dos años que lleva al frente del partido el Ejecutivo de Rajoy tuvo su apoyo en la lucha frente al terrorismo yihadista o a la fragmentación territorial de España.
No obstante, incidió en que el PSOE tiene “un proyecto distinto al del PP” y reiteró que si llega a la Moncloa derogará la reforma laboral, porque los socialistas no comparten “ni sus objetivos ni sus instrumentos”, puesto que supone el recorte de sueldos y la devaluación de las condiciones laborales, y se comprometió a poner en marcha un nuevo estatuto de los trabajadores.
Sánchez declaró que no se plantea la nueva campaña “pensando en lo que pudo ser y no fue”, sino que lo hará “con el orgullo de lo que pudo ser y es”, en alusión a los logros del PSOE.
