El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, trasladó ayer al líder del PSOE, Pedro Sánchez, que en este momento no se dan las condiciones políticas necesarias para articular una propuesta con un consenso similar al que tuvo la actual Constitución y reformarla por asuntos como el futuro de Cataluña.
Rajoy trasladó esta posición contraria a la apertura ahora de este proceso en la reunión que ambos mantuvieron en el Palacio de la Moncloa y en la que sí coincidieron en considerar que la consulta soberanista que pretende el presidente de la Generalitat, Artur Mas, es ilegal.
Sánchez aseguró que en su reunión con Rajoy ha habido “más diferencias que coincidencias”. En rueda de prensa, el líder del PSOE explicó que la entrevista fue cordial y que en ella le trasladó al jefe del Ejecutivo su disposición a un diálogo “leal, sincero y abierto” pero con posiciones “firmes” en lo que defiende el PSOE.
Una de ellas es sobre el debate catalán, respecto al cual Sánchez trasladó a Rajoy la apuesta del PSOE, que considera que la “única” solución pasa por una reforma federal de la Constitución, que luego debería ser sometida a la consulta del conjunto de los españoles.
Así, hizo suya la llamada “declaración de Granada”, en la que el PSOE y el PSC pactaron la propuesta federal, y quiso dejar claro que esa será la postura que defiendan todos los socialistas en el futuro. El referéndum soberanista no puede ser celebrado porque “es ilegal”, incidió.
El líder del PSOE señaló que también habían abordado la posibilidad de reformar la ley electoral para la elección directa de los alcaldes, como quiere Rajoy, con la que no está de acuerdo.
“Es un ‘no’ ahora y un ‘no’ en el futuro”, aseguró Sánchez, para quien esa reforma es “un error” y no es el camino que se necesita para avanzar en regeneración democrática ni para garantizar la estabilidad y gobernabilidad de muchos ayuntamientos.
En su opinión, la regeneración democrática “pasa sobre todo por respetar las reglas de juego y no cambiarlas cinco minutos antes de que acabe el partido”, en alusión a que en pocos meses habrá elecciones municipales, y también por no aprobar en el Congreso “muchas de las medidas a través de decretos”.
No hablaron expresamente de ello, pero Sánchez hizo hincapié en que los socialistas van a tener una “oposición frontal” en la reforma de la ley del aborto, convencido de que no se puede “cercenar” la libertad de las mujeres ni ofrecer alternativas que “ya eran viejas hace 30 años”.
En este contexto, ha prometido una oposición “intensa pero activa y constructiva” del PSOE en las Cortes Generales.