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viernes | 19 abril | 2024
El presidente de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), Íñigo de la Serna, no descarta que, pese al rechazo inicial de toda la oposición, la reforma para la elección directa de los alcaldes se pacte con alguna fuerza política y defiende que “no hay nada raro” en plantearla tan cerca de los comicios.
De la Serna insistió en que la reforma propuesta por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, es “absolutamente coherente” y “de sentido común”, que sólo pretende ajustar la normativa electoral a “la voluntad mayoritaria de los ciudadanos”.
El presidente de la FEMP subrayó que el Ejecutivo no hizo ninguna propuesta concreta aún para “no crear ningún tipo de línea roja, ni condicionante” y confió en que la fórmula elegida sea “fruto del acuerdo” con alguna fuerza política.
Y eludió pronunciarse sobre si es conveniente sacar adelante la reforma aunque sea sin el respaldo de ningún partido político. “Corresponde al Gobierno tomar la decisión”, sostuvo.
Defiendió no obstante que “no hay nada raro” en aprobar el cambio de la ley electoral a pocos meses de las elecciones, pues –añadió– se trata de un modelo que el PP ya ha planteado “en muchas ocasiones”, e incluso el PSOE también. “Otra cosa sería que el PP trasladase esta voluntad de que gobierne la lista más votada por primera vez, pero no es así”, recalcó De la Serna.
El objetivo del cambio es impedir que, como ocurre ahora, gobiernen partidos que han conseguido uno o dos ediles pero logran la Alcaldía “en una segunda vuelta que se hace una vez que finalizan las elecciones, dentro de los despachos, entre los grupos políticos y sin ningún tipo de participación ciudadana”.
objetivo amplio
Se trata de un objetivo “amplio” y que “tiene desarrollo”, para lo que el Gobierno quiere escuchar la opinión de los grupos y “a partir de ahí” decidir “si seguir avanzando en el proceso y elaborar una fórmula para conseguir el objetivo que se ha planteado”.
Por otra parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, subrayó ayer que la posibilidad de que el sistema de elección de alcaldes propuesto por el PP favorezca a Bildu prueba que no obedece a un “cálculo electoral”, sino a respetar “la voluntad del vecino” y la “regeneración democrática”.
Sáenz de Santamaría recalcó que el PP no plantea nada nuevo, puesto que el PSOE ya registró en 1998 en el Congreso una proposición de ley para implantar un modelo de elección directa de alcaldes “con un sistema de primas y de segunda vuelta combinadas”.
