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martes | 23 abril | 2024
El director general de los Mossos d”Esquadra, Albert Batlle, achacó a “50 personas enormemente violentas y organizadas” los disturbios ocurridos en la tercera noche consecutiva de protestas tras el desalojo del conocido como “Banco expropiado” en el barrio de Gracia de Barcelona.
En declaraciones ayer a Rac1, dijo que aunque la mayoría de los manifestantes fueron pacíficos, los agentes detectaron a “un grupo de encapuchados, con corazas y elementos de destrucción como palos y perfectamente organizados”, y apuntó que pueden ser los mismos que causaron destrozos en protestas anteriores. Preguntado por si los Mossos d”Esquadra se excedieron en sus intervenciones, dijo que en las 15 horas que duró el dispositivo del desalojo el primer día pudo haber algún error: “Es posible”.
Sin embargo, reclamó: “No elevemos a categoría lo que no deja de ser una anécdota. Tendremos que analizarlo y mirar los elementos que se hayan podido producir, pero en ningún caso en una anécdota, que se tiene que corregir, podemos poner el foco”.
Batlle subrayó que los Mossos ejecutaron el desalojo del local tras una orden ordenada por un juez: “No tenemos nada que decir, tenemos que cumplir la orden judicial”. El director de los Mossos explicó que uno de los agentes heridos la noche de este miércoles sufrió una rotura del tendón de aquiles después de que le lanzaron una valla.
En cuanto al balance de la tercera noche de altercados, una persona fue detenida y otras 11 precisaron la asistencia de los servicios sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), entre ellas seis agentes de los Mossos d”Esquadra, y varios periodistas, que resultaron heridos leves al recibir impactos.
barricadas
Según informó la policía catalana, se quemaron y volcaron varios contenedores para usarlos como barricadas, tres cajeros quedaron calcinados, se rompieron los escaparates de una tienda de deporte y una de telefonía y se saqueó una entidad bancaria de la plaza del Diamant.
Tras la concentración convocada en la plaza de la Revolució en protesta por el desalojo, los agentes antidisturbios de la policía catalana cargaron en varias ocasiones a lo largo de la noche en distintos puntos del barrio contra grupos de manifestantes, y llegaron a emplear un cañón de sonido como sistema para disuadir a los congregados.
A diferencia de otros días, efectivo los agentes blindaron la zona donde se encuentra el “Banc Expropiat”.
