El juez envía a prisión al detenido por captar jóvenes para el Estado Islámico

El juez de la Audiencia Nacional Juan Pablo González envió ayer a prisión al presunto yihadista detenido el pasado martes en San Martín de la Vega (Madrid) por coordinar una filial en Marruecos del Daesh, grupo con el que ha negado cualquier tipo de vinculación.
El magistrado dictó en un auto prisión incondicional para el Abdeladin A., acusado de terrorismo por captar a combatientes para el Daesh –acrónimo del Estado Islámico– y gestionar una cuenta de Facebook relacionada con ese grupo.
Fuentes de la defensa indicaron que el detenido negó su vinculación con el grupo terrorista, si bien reconoció que dos hermanos de su mujer murieron hace un año en Siria luchando con el Daesh cuando se le mostraron fotos incautadas de los jóvenes vestidos de yihadistas y portando armas. Según el auto de prisión, su familia política estaría muy vinculada con el Estado Islámico, ya que a Siria viajaron otros tres hermanos de la mujer para integrarse en las filas del Daesh y su suegro tenía vinculación con el grupo terrorista.
Abdeladin A., residente en España desde hace años, contó al juez que él no comparte esos ideales porque la del Daesh es una lucha de musulmanes contra musulmanes, y atribuyó las imágenes yihadistas encontradas en el ordenador del locutorio en el que trabaja a vídeos publicados en medios de comunicación como Al Jazeera.
El Ministerio del Interior atribuía a esta célula –trece de sus miembros fueron detenidos en Marruecos y Abdeladin A. es el único arrestado en España– la intención de reeditar en Marruecos y en España las masacres perpetradas por el grupo terrorista.
El juez no menciona en el auto esas intenciones, pero afirma que el arrestado coordinaba a los miembros de una “filial sirio-iraquí del Estado Islámico desplegada en varias ciudades de Marruecos que propugna un discurso propagandístico sobre las hazañas del Daesh que legitima los actos de barbarie cometidos por la organización terrorista, con el objetivo de crear un clima de psicosis y terror en la población”.
Para el juez, el hecho de que cinco de sus cuñados viajaran a Siria para combatir y que su suegro también estuviera implicado “reafirma la hipótesis de que se trata de una red de captación y envío de combatientes extranjeros a la yihad para unirse a las filas del Estado Islámico”.