La Audiencia Nacional avala una fianza de 610.000 euros a Moral Santín por las tarjetas opacas

La Audiencia Nacional avala una fianza de 610.000 euros a Moral Santín por las tarjetas opacas
El exconsejero de Caja Madrid José Antonio Moral Santín. EFE/Archivo

La Audiencia Nacional ha confirmado la fianza de 610.000 euros que el juez Fernando Andreu impuso al exvicepresidente de Caja Madrid José Antonio Moral Santín, al considerar que los más de 450.000 euros que cargó a su tarjeta opaca no fueron gastos de representación.

En un auto, la sección tercera de la sala de lo penal desestima el recurso que el exdirigente de IU, que fue el segundo que más gastó con su black (456.522 euros) -solo por debajo del exdirector financiero Ildefonso Sánchez Barcoj-, interpuso contra esta medida cautelar.

La sala avala los argumentos dados por el instructor, que estableció fianzas de 4,3 millones a 21 exconsejeros y miembros de la Comisión de Control al descartar que fueran un complemento a su retribución y considerar que las usaron "en provecho propio" en perjuicio de la entidad.

Moral Santín, en la línea de lo argumentado por otros imputados, como el exsecretario de Estado de Hacienda Estanislao Rodríguez-Ponga, alegó que Bankia no estaba legitimada para utilizar información contable de Caja Madrid porque, al no ser su heredera universal, esta entidad siguió existiendo después de la segregación sin que se modificaran sus órganos de gobierno.

"En Bankia está latente el derecho de crédito si se concluye definitivamente que fueron indebidos los gastos con cargo a las tarjetas, formaría parte del perímetro patrimonial segregado por Caja Madrid, primero a BFA y posteriormente a Bankia", responden los magistrados.

A ello añaden que su falta de legitimación es una afirmación "incierta, pues si los órganos de gobierno no se segregaron, su actividad en la práctica bancaria sí lo fue".

Tampoco aceptan la acusación de que Bankia erró en la cifra global de gastos que atribuyó a los exconsejeros y exdirectivos entre 1999 y 2013 en el informe que destapó el escándalo, pues "el resultado de la operación aritmética" es claramente 15,24 millones y no 11,84 millones como decía el imputado.

El exconsejero de Bankia también defendió que el origen de estas visas estaba en 1988, bajo la presidencia de Jaime Terceiro, y después fueron avaladas sucesivamente en varias reuniones del Consejo en 1995 y 1996.

Sin embargo, el tribunal cree que de las actas se desprende que "no hubo autorización" para gastos que no fueran de representación, por lo que el instructor tenía razón cuando afirmó que "las tarjetas fueron entregadas para el desempeño del cargo".

Respecto al alegato de que no se haba probado que no se hubieran declarado esos gastos a Hacienda, la sala le responde que él mismo "no ha aportado sus declaraciones" para demostrarlo.

Por último, le resulta "indiferente" si su relación con Caja Madrid fue laboral, profesional o estatutaria, al tiempo que consideran que la creación de la comisión de retribuciones "nada aporta como argumento de defensa", pues no consta que este órgano informara al Consejo sobre la existencia de las "black".

En definitiva, "no hay indicios de relieve para dejar sin efecto la medida cautelar", remata la Audiencia.

Del total de los gastos que efectuó, un 80,4 % fue en retiradas de efectivo (367.000 euros), inicialmente en tandas de 300 euros, después de 500 y posteriormente de 600.

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