Podemos propone que se cambie la ley para que el salario mínimo llegue a los 800 euros en 2018

Podemos registró ayer en el Congreso una proposición de ley para que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) llegue a los 800 euros mensuales a principios de 2018 y a los 950 euros al mes en 2020, modificando además el método de cálculo para que sea obligatorio revalorizar este índice cada año en función del IPC.
La formación morada defiende en el texto España incumple los tratados internacionales que tiene suscritos y que obligan a proteger a los trabajadores de remuneraciones “indebidamente bajas” mediante, por ejemplo, el establecimiento de un Salario Mínimo cuya cuantía  se fije también por las necesidades de los trabajadores y el coste de la vida.
Además, se recuerda que el Comité Europeo de Derechos Sociales constató “graves incumplimientos” por parte del país en relación con los niveles del Salario Mínimo, que “no asegura un nivel de vida decente” ya que no llega al 60% del salario medio.
Por eso, Podemos quiere que durante la presente legislatura el SMI alcance el objetivo de 13.300 euros al año, mediante un incremento “progresivo” hasta los 800 euros mensuales a partir del 1 de enero de 2018 y a los 950 euros desde el 1 de enero de 2020. “Esta cuantía podrá incrementarse en años sucesivos”, añade el texto.
En este sentido, el portavoz parlamentario de la formación, Íñigo Errejón, recordó que hace unas semanas el Pleno del Congreso aprobó por unanimidad una proposición no de ley para pedir al Gobierno un compromiso con el incremento del Salario Mínimo que “estaba bien” pero que carecía de calendario.
Pero, además, la proposición de ley plantea una modificación del artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores para que en la fijación del Salario Mínimo el Gobierno tenga en cuenta las necesidades de los ciudadanos el coste de la vida, y no tome en cuenta el IPC, que sí se utilizaría sin embargo para calcular la revalorización anual obligatoria al principio de cada ejercicio.
Podemos quiere asimismo que esta revalorización se revise con efectos retroactivos si el IPC final supera al previsto, y que en el Salario Mínimo se compute únicamente la retribución en dinero, y no el salario en especie. También pretende que este cambio tenga efectos sobre los derechos ya solicitados y aún no reconocidos y sobre los convenios colectivos que se negocien tras su entrada en vigor.
Errejón defendió su propuesta tanto por la “justicia social” de conseguir que “nadie caiga en la cuneta” y que deje de haber trabajadores pobres pese a tener un empleo.