Pescanova y la banca presentan por separado sus convenios por las filiales

Pescanova y la banca presentan por separado sus convenios por las filiales
28 noviembre 2014 página 36 / 03 febrero 2015 página 30 REDONDELA (PONTEVEDRA), 27/11/2014.- Instalaciones del Grupo Pescanova en Chapela (Redondela) donde se ha celebrado esta noche la junta extraordinaria de accionistas, en la que la empre

El consejo de Pescanova y la banca van a presentar por separado sus convenios de cada una de las diez filiales de Pescanova que se encuentran en concurso de acreedores, entre mañana y el martes de la semana que viene, según declararon fuentes de la negociación.
Por tanto, ha fracasado la intención de ambas partes de acordar un único convenio, con el que pretendían “evitar la liquidación de la empresa pesquera”.
A partir de ahora, y en el plazo de dos meses, serán el juez y los administradores concursales los que decidan qué convenio de los dos es el más conveniente y aprueben solo uno.
Pero la prueba de fuego será en noviembre, cuando la compañía celebra la junta de accionistas; “esta será la que decida si da el visto bueno o no a ese convenio elegido por la administración concursal”, detallaron las mismas fuentes.
También apuntaron que “si el convenio del consejo no es aprobado, este buscaría otra alternativa de viabilidad de la empresa, pero si el que no se aprueba es el de la banca, esta dice que solicitaría la liquidación formal de la compañía”.
La reunión –destinada a solucionar la situación de las filiales de Pescanova–, se inició el pasado lunes, por lo que ambas partes decidieron continuar hasta mañana, plazo que agotaron ayer con la decisión de presentar dos convenios.
Las dos propuestas tendrán que llegar al Juzgado Mercantil número 1 de Pontevedra antes de los días 23 y 24 de este mes, aunque lo más probable es que el consejo lo presente en la jornada de mañana.
La deuda de estas filiales de la compañía pesquera asciende a 800 millones de euros.
Las mayores diferencias entre Pescanova y la banca se centraron en la gestión de los 1.000 millones de euros de quita que debe aplicarse a estas filiales para que Pescanova en su conjunto sea viable.
La propuesta de las entidades financieras era convertir esos 1.000 millones en capital, como así está acordado con los otros 1.000 millones de quita establecidos para la matriz.
Sin embargo, en este primer borrador de convenio, los accionistas de la entidad no introdujeron las modificaciones estructurales ni el reparto por filial de la próxima ampliación de capital que se debe efectuar para dar viabilidad a la empresa. Un movimiento que hizo recelar a la banca sobre los verdaderos intereses del consejo, según publicó “Vozpópuli”.
Las entidades sostienen que la deuda de los acreedores debe convertirse en capital de la nueva Pescanova.
Una operación que otorgaría la mayoría de la compañía, un 55 por ciento, al conocido como G-7 , formado por el Sabadell, el Banco Popular, Bankia, Abanca, Caixabank, el BBVA y UBI Banca, que estaba dispuesta a asumir una quita de 2.000 millones sobre los 3.600 millones de la deuda de la compañía.

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