El consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, ha afirmado que los clientes de Inditex "se mueven de manera natural del canal 'online' a la tienda física y viceversa", por lo que ha confiado en que el 'online' siga creciendo de la mano del incremento del tráfico en tienda.

"Es imposible explicar las ventas 'online' sin la fortaleza de las tiendas físicas, que proporcionan unas capacidades logísticas clave", ha subrayado García Maceiras, quien ha asegurado en la conferencia ante analistas que las ventas 'online' continúan su crecimiento "de forma sólida", lo que evidencia "la fortaleza del modelo".

En el día de la presentación de resultados del primer semestre de 2023, el consejero delegado de Inditex ha subrayado su "satisfacción" por el "desempeño en todos los mercados" de la compañía, al tiempo que se ha referido a la "diferenciación del modelo de negocio" asentado en cuatro pilares: "creatividad, innovación, diseño y calidad".

"Buscamos siempre trabajar muy cerca del talento más vanguardista de nuestra industria", ha señalado.
En relación a Estados Unidos, el segundo mercado de Inditex, el primer ejecutivo de la compañía ha destacado que "el negocio va muy bien". "Estamos muy contentos. Vemos oportunidades significativas para un crecimiento selectivo", ha señalado.

En este sentido, ha explicado que la compañía ya anunció 30 proyectos para los próximos tres años, y algunos serán efectivos este año, entre ellos, se ha referido a las tiendas de Zara Miami Dadeland, Zara Roosevelt Field Mall en Nueva York y Zara Batton Rouge en Lousiana.

Alarmas blandas

En relación al proceso de implementación de la nueva tecnología de alarmas blandas, los directivos de la compañía han explicado que el "la implementación va perfectamente, sin incidencias significativas" y que estará desplegado en las tiendas de Zara de todo el mundo a finales de 2024.

Estas declaraciones se produce un día después de que 'Bloomberg' informara que Inditex se apresuraba a solucionar los errores de un nuevo sistema antihurto para sus tiendas Zara, retrasando ligeramente su implementación, en parte, porque las etiquetas de seguridad fueron fáciles de identificar y retirar en las pruebas iniciales.