Blesa asegura que el Banco de España y Hacienda nunca pusieron objeciones a las tarjetas opacas

Blesa asegura que el Banco de España y Hacienda nunca pusieron objeciones a las tarjetas opacas
El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ep

El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa aseguró que la tarjeta que empleó en Caja Madrid y repartió a varios de sus consejeros y altos cargos “era de libre disposición” y no era preciso “la justificación de los gastos que se realizaban”. “El Banco de España y Hacienda nunca pusieron tacha alguna ni vieron irregularidad durante 23 años”, concretó.
Agregó que él recibió la tarjeta cuando llego a la caja como consejero de manos del secretario general de la entidad, que le dio a entender que era un complemento retributivo.
Así, el expresidente de Caja Madrid responsabilizó a su antecesor en el cargo, Jaime Terceiro, explicando que no había un solo circuito en Caja Madrid para la emisión de tarjetas, por lo que había unas que se otorgaban por el Comité de Medios de la caja y, al margen de estas, estaban las “black”, que dependían directamente del presidente.
Blesa manifestó que se trataba de tarjetas remuneratorias de libre disposición y que era el presidente el que habilitaba una tarjeta y una cuenta donde se contabilizaban esos datos.
En este sentido, recordó que él fue consejero durante la etapa de mandato de Terceiro y que él mismo gozaba de una tarjeta durante esas fechas.
Agregó que no conocía muchos hechos relacionados con las tarjetas opacas al fisco y que “la información ha ido fluyendo a lo largo del proceso”.
Señaló que “todo el mundo estaba en la creencia” de que los gastos que cargaron los ex altos cargos y directivos de la caja con sus tarjetas se incluían en el certificado de haberes de la entidad, es decir, que la caja los declaraba a la Hacienda Pública. Aseguró que la primera vez que tuvieron conocimiento de que dichos cargos –que él califica como retribuciones– no se incluían en el certificado de haberes fue tras los informes elaborados por Bankia.
Miguel Blesa se enfrenta a una petición fiscal de seis años de prisión y multa de 108.000 euros. Gastó de forma directa 436.688,42 euros con su tarjeta “black”, aunque se le reclama una indemnización que abarca la cantidad completa que gastaron sus consejeros y altos cargos durante su mandato, 9,3 millones de euros.

Blesa asegura que el Banco de España y Hacienda nunca pusieron objeciones a las tarjetas opacas

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