Vacaciones con sonrisa

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El Leyma Basquet Coruña cerró el curso con una trabajada y emocionante victoria ante el campeón copero, el Palencia, lavando así el mal sabor de boca de no poder jugar los playoffs.
 Desde el salto inicial se vio que ninguno de los dos equipos se jugaba nada en el envite. Ritmo alegre, defensas de brazos caídos y, como consecuencia, mucho acierto ofensivo.
El Leyma entró un poco más enchufado y con el punto de mira perfectamente calibrado desde la larga distancia. Castro y Burjanadze dispararon primero, pero el conjunto de Natxo Lezcano aguantó la embestida gracias a un Otegui que tiene pinta de conocer el significado de ‘partido amistoso’. El pívot vasco y el alero georgiano fueron los protagonistas de este primer acto, con un duelo anotador que acabó resolviéndose con 11-9 favorable al jugador local.
En el segundo cuarto el Leyma incrementó un puntito su nivel defensivo. Pero el Palencia también, aunque los réditos de la zona 2-3 que plantó Lezcano tardarían en llegar.
Mientras tanto, la ‘marea naranja’ anotaba con fluidez y regularidad y, con un parcial de 6-0, consiguió una renta de dos dígitos (34-22). En estos minutos quedaron patentes los problemas visitantes en la dirección. Cortaberría no es base. Y Gantt, tampoco. Aunque al menos el jugador vasco contó con una notable superioridad física sobre sus pares. Sea como fuere, insuficiente para frenar a un Leyma en que, en cuarto y medio, ya habían anotado nueve jugadores.
La reacción castellana comenzó con el descanso que Tito Díaz dio a Burjanadze. El ataque naranja se volvió espeso como el barro y dejó de funcionar el lanzamiento lejano.
Un parcial de 3-11 devolvió al Palencia al partido (39-36). Y Tito devolvió a Burjanadze al parquet. Y en la última jugada el Leyma reboteó hasta tres veces en ataque, la última, un palmeo de Homs que llevó el 41-36 al marcador al término de los primeros 20 minutos.
La inercia negativa de la segunda mitad del segundo cuarto se mantuvo tras el parón. El Palencia cambio de guion, se dedicó a meter balones a Arteaga en el poste bajo... y Rowley ni lo olió. Cuatro puntos del pívot y dos de Otegui dieron, parcial de 0-6 mediante, la primera ventaja a los morados. Pero el Leyma volvió a afinar el punto de mira y, con tres triples consecutivos, dos de Mutakabbir y uno de Vujasinovic, volvió a sacar pecho (52-44), aunque cinco puntos más de Arteaga y un triple de Gantt se lo hundieron.
El capítulo final arrancó con el Leyma más despierto, especialmente Petrovic, que con dos triples consecutivos dio aire (62-56). Pero volvió la precipitación, los malos pases, y  el Palencia niveló de nuevo la balanza a base de contraataques.
Entonces surgió Castro para, con un par de robos, dar oxígeno al Leyma, secundado por otro triple de Petrovic (71-64). Pero volvieron las pérdidas. Y el Palencia cogió de nuevo el rebufo. Fornas desperdició, al fallar dos tiros libres, la oportunidad de acercar a los suyos a solo un punto con 38 segundos en el reloj.
Los tiros de 4.60 tomaron entonces el protagonismo. El Leyma anotó 5 de los 8 que tuvo, pero, cuando todo parecía decidido, a solo cinco segundos del bocinazo, un afortunado triple a tablero de Cortaberría desembocó en un final de infarto. Mutakabbir puso su granito de arena errando uno de los dos libres que tuvo para cerrar.
Y el cuadro castellano se encontró con una bola extra para, como mal menor, forzar la prórroga. Mutakabbir se resarció de su error de un segundo –de juego– antes, taponando espectacularmente en la esquina derecha el intento desde el arco de Gantt.
Pero aún hubo una última bala, con 1.39 segundos para dispararla. El Palencia lo hizo bien en el saque de fondo, haciendo llegar el balón a Gantt, pero la defensa de Hernández y Mutakabbir le impidieron hacer un tiro cómodo.
Un vibrante punto final a una temporada de objetivo cumplido. Vacaciones, y tiempo de espera hasta el verano, cuando sabremos cuántos de estos jugadores volverán a A Coruña.

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