La segunda victoria no puede esperar

La segunda victoria no puede esperar
15 octubre 2017 Baloncesto LEB Oro Basket Coruña-Baloncesto Oviedo 71-76

El Basquet Coruña y el Ciudad de Valladolid librarán esta noche un duelo de necesitados, más el equipo herculino, a priori uno de los lucharán por los puestos nobles, mientras que el pucelano, novato en la categoría, tiene como principal objetivo la permanencia.

Ambos llegan a la cita con una sola victoria en sus casilleros, y con un partido menos: el cancelado derbi de la pasada jornada ante el Ourense, por la rotura de una canasta en el calentamiento, y, por parte visitante, el aplazado ante el Breogán correspondiente a la segunda jornada.

El conjunto castellano viene de caer en casa (62-73) ante otro novato, el Iraurgi, partido tras el cual Paco García criticó públicamente al base suplente Henri Wade-Chatman, encargado de llevar el timón en ausencia del ‘1’ titular, Óscar Alvarado, que será duda hasta última hora para hoy.

 

Poca anotación

Con 67.0 puntos por partido, solo el Huesca está anotado menos (64.3) que el Valladolid, que, por el contrario, cierra el top-5 de acierto en tiros de 2 (52.5%), pero es el peor, de largo, desde el arco, con 23.4%, aunque a la ‘marea naranja’ no le está yendo mucho mejor: su 27.7% es la quinta peor marca de la Liga.

La superioridad física de los hoy locales es más que notable, sobre todo en la pintura, donde el bajo pero hábil Sergio de la Fuente (12.0 puntos y 5.7 rebotes) se complementa muy bien con el atlético Jito Kok (8.3 y 6.0) y el fino Cristian Uta (10.3 y 2.7). Pero plasmar esa superioridad interior, el Coruña necesita que espabile Jesse Chuku y que Edu Hernández-Sonseca dé un paso más en su mejoría física.

La cancelación del derbi del Paco Paz ha permitido al equipo herculino preparar de la mejor manera posible el 14º cara a cara entre los amigos y excompañeros de banquillo Aranzana y García (9-4 hasta ahora para el hoy local), pero ha restado un partido a la mejoría de acoplamiento y el desarrollo del ritmo competitivo.

Un ritmo que necesitan especialmente Ángel Hernández y Trevor Cooney. El capitán no acaba de encontrar su rol en el equipo, mientras que el escolta estadounidense, llamado a ser el referente ofensivo, solo ha exhibido su letal muñeca sólo en momentos puntuales.

La segunda victoria no puede esperar

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